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Un auto de policía | Foto: Shutterstock
Un auto de policía | Foto: Shutterstock

Policías responden llamado y descubren a niña viviendo sola en una casa vieja - Historia del día

Mayra Pérez
19 nov 2021
16:30

Dos policías respondieron a una llamada de auxilio que hizo una niña de 7 años que se encontraba sola en una casa antigua. Muy pronto se enteraron de lo que había sucedido con su madre.

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“¿Hola? ¿Hola?”

“Ha llamado al 911, ¿cuál es su emergencia?”

“Me duele mucho el estómago”.

“¿Cuál es su ubicación?”

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

El operador asintió con la cabeza mientras anotaba rápidamente la dirección y tranquilizaba a la niña al otro lado de la llamada. “La ayuda está en camino, solo espera, ¿de acuerdo?”, dijo.

La oficial Kelly y su compañero Ander estaban sentados en su patrulla, que estaba estacionada en una intersección en una concurrida ciudad. Acababan de tomarse un descanso y habían decidido comer algo antes de regresar al trabajo.

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Ese día, Ander hablaba y hablaba de los animales y de lo que decían cada vez que deseaban cruzar una calle. Kelly estaba a punto de mandarlo a callar como de costumbre cuando el despacho se comunicó por radio sobre la llamada de auxilio de la niña.

La ubicación de la emergencia era cercana, por lo que Kelly rápidamente tomó su radio para anunciar que irían allí de inmediato.

“Y estaba a punto de contarte el mejor de los chistes”, dijo Ander decepcionado, mientras Kelly se regocijaba en secreto.

“Tendrás tu oportunidad, amigo mío”, dijo con una sonrisa.

Cuando los oficiales llegaron al lugar desde donde había llamado la niña, tocaron varias veces, pero nadie abrió la puerta. Ander probó con la cerradura y descubrieron que la puerta estaba abierta.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“¿Hola?”, gritó Kelly, atenta por si escuchaba una respuesta.

“¿Quizás no hay nadie en casa?”, preguntó Ander en voz alta.

“Revisaré arriba”, respondió su compañera.

Cuando llegó al último tramo de escaleras, inmediatamente escuchó sollozos y se puso en alerta máxima. Kelly se contuvo de sacar su arma para no asustar a la niña que estaba parada en la puerta del dormitorio.

La criatura estaba vestida con un pijama cómodo y sostenía un osito de peluche en sus brazos.

“¿Qué te pasa, pequeña?”, preguntó Kelly con gentileza, mientras se le acercaba lentamente.

“Tengo hambre y me duele la barriga”, dijo.

“¿Dónde están tus padres?”, preguntó cuando la alcanzó.

“Mi mamá se fue a comprar comida de mi restaurante chino favorito, pero no ha regresado”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“¿Cuál es tu nombre?”, preguntó Kelly.

“Penélope”, respondió ella.

“No te preocupes Penélope, te ayudaremos a encontrar a tu mamá”.

Llevaron a la niña a una cafetería para comprarle comida. Rápidamente, se entusiasmó con Ander y se reía de sus ridículas bromas. Por supuesto, había sido idea de Kelly distraerla mientras averiguaba el paradero de su madre.

La oficial descubrió más tarde que la madre no había regresado porque había tenido un accidente automovilístico y resultó malherida. En lugar de decirle eso a la niña, Kelly decidió asumir la responsabilidad por ella hasta que su madre fuera dada de alta del hospital.

El accidente le había provocado una ligera conmoción cerebral y varios rasguños, lo que significaba que estaría bien una vez que despertara.

Los amables oficiales pasaron el resto del día con Penélope, y la llevaron a un recorrido turístico por la ciudad. También se ocuparon de alimentarla bien. La niña se mantuvo distraída, hasta que se hizo de noche y notó que se dirigían en dirección opuesta a su casa.

“No es por aquí”, dijo confundida.

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“Tu mamá estará fuera por un tiempo más pequeña, necesita que la esperes, ¿puedes hacer eso?”, preguntó Kelly.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Esperaban que la mujer recuperara el conocimiento y regresara a su casa al anochecer, pero eso no sucedió y no podían dejar a la niña para que se las arreglara sola.

Kelly decidió que cuidaría de ella hasta que regresara su madre. Le inventó que se había tenido que ir en un largo viaje, pero que regresaría en cualquier momento por ella.

“Hasta entonces tendrás que ser una buena chica mientras la esperas, ¿de acuerdo?”, dijo.

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También le aseguró que se quedaría con ella esa noche para cuidarla. Kelly continuó cuidando a la niña así durante tres días, después de lo cual la madre recuperó el conocimiento.

Cuando la mujer iba a ser dada de alta, Kelly llevó a Penélope hasta allí en su patrulla, y lloró mientras madre e hija se reunían. Luego las trasladó de regreso a su casa.

La madre de Penélope estaba muy agradecida porque le habían cuidado a su hija, y a partir de ese momento, Kelly y Ander pasaban con frecuencia a saludar a la niña y le contaban chistes tontos de los que se reía.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

¿Qué podemos aprender con esta historia?

  • Siempre debes dar lo mejor de ti. Cuando Kelly y Ander respondieron, todo lo que tenían que hacer era asegurarse de que la niña estuviera bien; en cambio, hicieron un esfuerzo adicional al cuidarla hasta que su madre se recuperó.
  • Enséñale a tus hijos cómo actuar en caso de emergencia. Cuando la madre de Penélope no regresó a casa a tiempo, la niña se puso en contacto con las autoridades pertinentes para informar de lo que consideraba una emergencia y eso evitó que viviera una experiencia peor.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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