Papá llama a casa y su hija le dice que mamá está con el tío Paul. Entonces le pide un favor

La respuesta que obtuvo el esposo de la mujer hizo que tomara acciones al respecto con la ayuda de su pequeña.

El humor puede ser un gran aliado para lidiar con el estrés. Las bromas, las conversaciones ingeniosas y una buena carcajada al día son beneficiosos física y psicológicamente.

Además, un elemento clave de los chistes es que te obligan a mirar una misma situación de diferentes maneras.

Por ejemplo, un padre llamó a su casa para hablar con su esposa, pero atendió su pequeña hija, y al hablar con ella preguntando por su mamá, el hombre se dio cuenta de que algo no estaba bien.

La respuesta que obtuvo el esposo de la mujer hizo que tomara acciones al respecto con la ayuda de su pequeña.

Suena el teléfono.

- “¿Hola?”

- “Hola cariño, es papá, ¿está mamá cerca?”.

- “No papá, ella está arriba en la habitación con el tío Paul”.

- Después de una breve pausa, papá dice: "Pero cariño, no tienes un tío Paul".

- "Claro que sí, y está arriba en la habitación con mamá ahora mismo"...

Breve pausa

- "Mmm, está bien, entonces, haz lo que te pido. Pon el teléfono a la mesa, ve a donde está mamá, toca la puerta de la habitación y grita que el auto de papá está entrando al garaje".

- "Está bien papá, dame un momento".

Unos minutos más tarde, la niña vuelve al teléfono…

- "Lo hice, papá".

- "¿Y qué pasó cariño?", preguntó.

- "Bueno, mamá se asustó, saltó de la cama sin ropa y corrió gritando. Luego tropezó con la alfombra, se golpeó la cabeza contra la cómoda y ahora ¡no se mueve en absoluto!".

- "¡Dios mío! ¿Y tu tío Paul?".

- "Él saltó de la cama sin ropa también. Estaba asustado y saltó por la ventana trasera hacia la piscina. Pero supongo que no sabía que le sacaste el agua la semana pasada para limpiarla. Cayó en el fondo de la piscina y creo que está muerto".

Entonces papá dice: "¿Cuál piscina? ¿Este es el 486-5731?".

Dicen que la risa es la mejor medicina, pero para nosotros, es el azúcar que endulza nuestros días. Una buena carcajada aleja la tristeza y la depresión. ¡Todos necesitamos una sonrisa de vez en cuando!