333 ballenas fueron asesinadas por barco japonés en la Antártida por "razones científicas"
Las embarcaciones no se toparon con protestas de activistas como en ocasiones anteriores.
Según informó La Voz de la Madre Tierra, tres barcos balleneros japoneses regresaron al puerto de Shimonoseki, en Japón, tras haber cazado 333 ballenas en aguas del Antártico y cerrando la temporada.
Esta práctica está rodeada de fuerte polémica, sobre todo en el ámbito internacional. La caza de ballenas es ilegal desde 1986.
Pero un resquicio legal permite hacerlo si es por motivos científicos. Según fuentes oficiales, con estos viajes se recogen datos sobre la población de ballenas y el ecosistema en el Antártico.
En cualquier caso, el Gobierno japonés busca restituir la legislación que permita la caza con fines comerciales.
La práctica ha sobrevivido incluso a una sentencia en contra de la Corte Internacional de Justicia, quien en 2014 sentenció que la caza de ballenas japonesa no tenía fines científicos.
Pero tras suspender la actividad durante un año y recortar las capturas, sigue adelante. Así, completaron el objetivo de cazar tres centenares de ballenas de la variedad ‘minke’, que llegan a los diez metros.
Una flota de cinco barcos inició el pasado noviembre su campaña en el marco de la muy controvertida caza “científica” de ballenas que lleva a cabo Japón.
Según indicó el encargado del puerto de Shimonoseki, ubicado en el oeste de Japón, tres balleneros, incluido el principal de la flota, el “Nisshin Maru”, arribaron el pasado sábado 31 de marzo al puerto, informó El Diario de Madryn.
Las embarcaciones no se toparon con protestas de activistas como en ocasiones anteriores. En ese sentido, ya desde el año pasado el Sea Shepherd, el icónico barco de la organización ecologista internacional del mismo nombre, evita la confrontación con los balleneros al entender que tiene mínimas posibilidades de éxito.
Según El Diario de Madryn, esta ONG anunció que no preparaba ninguna operación de protesta para esta temporada. Japón ha firmado la moratoria sobre la caza de la Comisión Bellenera Internacional, pero se ampara en una cláusula que autoriza la caza de cetáceos con fines científicos.