Joven trata de entrar a la universidad cuando un secreto desgarrador perturba su vida 'normal'

El descubrimiento de un consejero escolar, cambió por completo la vida de un chico de 18 años que jamás imaginó lo que le había ocurrido en su infancia.

Según lo reseñado por BBC, Julián Hernández tuvo que enfrentarse a una dura realidad cuando menos se lo esperaba, y es que el proceso requerido para entrar a la universidad, destapó una serie de secretos y delitos de los que no tenía idea había sido víctima.

Todo inició cuando el joven de 18 años tuvo problemas con su número de Seguro Social mientras realizaba la solicitud de inscripción a la universidad, por lo que buscó a un consejero escolar para que le brindara ayuda.

El trabajador, pudo constatar que el nombre del adolescente no coincidía con el número de seguro social que manifestaba tener, por lo que sus alarmas se encendieron y recurrió a las autoridades.

Tras una búsqueda, se descubrió que el chico estaba registrado como desaparecido por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, CNNDE, situación que fue confirmada por información cruzada entre dicho organismo y la policía de Alabama.

Según los reportes, el chico había desaparecido en el año 2002, cuando solo contaba con cinco años de edad.

Para ese entonces, la madre realizó una denuncia por su desaparición, manifestando que el padre del niño, Bobby Hernández en lugar llevarlo al preescolar como estaba estipulado, había retirado dinero de su banco y había huído sin dejar rastros.

Por esa razón, el hombre siempre fue sospechoso de haber sustraído a su pequeño hijo, pero en el transcurso de 13 años, nunca se llegó a tener una pista clara del paradero de ambos.

Tras conocerse lo ocurrido, el joven afirmó haber estado viviendo a tan solo 1.000 km de distancia de su anterior hogar, en compañía de su padre, la pareja de este y dos medios hermanos menores, sin tener idea de su verdadera identidad ni de su pasado.

Aunque el chico se encontraba en perfecto estado, su padre de 53 años, fue arrestado por los entes de seguridad y luego condenado a una cárcel en Ohio.

Y así como la vida de este joven cambió al conocer el gran sercreto oculto, la de Carlos Antonio Santamaría Díaz también, ya que se convertió en el alumno más joven en ingresar a la universidad.

Con tan solo 12 años este chico entró en la Facultad de Ciencias de la UNAM siendo el primer alumno niño de esta casa de estudios.

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