Dueño de la finca donde murió Julen, de 2 años: "Nunca me lo voy a perdonar"
La finca había sido comprada por David Serrrano hace cuatro meses. Él quería sembrar frutas y por eso contrató a una empresa que pudiera determinar si había agua en el lugar.
El primo del padre de Julen dijo que compró el terreno para cultivar aguacates y mangos, pero que ahora no se perdonará lo que le pasó al niño y reiteró que fue el pocero quien dejó el orificio abierto que trajo la tragedia que enlutó a su familia.
En el lugar donde se hizo la perforación, David puso unos bloques para tapar el hueco y la arena que quedó alrededor sería usada para hacer un muro de contención.
Él sabía que el pozo sin sellar sería un peligro, pero nunca pensó que aquel 13 de enero un momento familiar se convertiría en el peor día de sus vidas.
"Desde ese día todo me da igual, lo que pase, lo que no pase. Yo tengo una niña chiquitita de dos años que también se encontraba allí con Julen jugando. Pudo haber sido mi niña y eso es lo que nunca me voy a perdonar, que yo no haya visto ese peligro allí..., no me lo voy a perdonar", expresó David entre lágrimas en una rueda de prensa.
NO ENTIENDE LA ACUSACIÓN
El finquero dijo que no comprende la acusación que pretenden hacerle: homicidio imprudente. De acuerdo a sus abogados, "la única responsabilidad penal, si la hubiese", sería del pocero que ejecutó la perforación.
Los juristas dijeron que David estaba al tanto de que necesitaba un permiso para abrir el pozo y encargó la diligencia a un profesional que haría todo lo necesario previo y durante la perforación. En este caso, ese profesional sería el pocero.
Cabe recordar que cuando ocurrió el accidente el pozo estaba tapado con unos bloques de hormigón, por lo que existe la posibilidad de que Julen se haya escurrido entre ellos, cayendo al fondo del foso.
"Jamás pensé que por allí cabía un niño", lamentó.
MÁS DETALLES DE LA CONFERENCIA CON LA PRENSA
De acuerdo a lo declarado por David, Antonio, el pocero, le había dicho que si conseguí agua el costo del trabajo sería de 25 euros por metro cuadrado, pero que si el procedimiento era negativo solo serían 12 euros.
"Cuando él terminó, yo llamé a un amigo que tenía una máquina para que me retirara la arena que dejó en el pozo. Yo tenía allí material para hacer un muro de contención y taparlo con hormigón", comentó entre lágrimas.
Recordó que cuando estaba poniendo leña al fuego para preparar una comida, "de pronto escuché voces aterradoras. Me dirigí donde estaban todos y vi que el niño se había escurrido entre los dos bloques y había desaparecido".
Desde entonces se lamenta por lo ocurrido y no puede dejar de pedir disculpas.
Lo declarado por David, concuerda y complementa lo dicho por los padres de Julen en las declaraciones a la Guardia Civil.
Ellos, al igual que David, estaban a lo suyo. José, su padre, estaba haciendo la comida cuando vio cómo su hijo corría por la zanja y caía al agujero.
LA VERSIÓN DEL POCERO
Sin embargo, el pocero dijo algo distinto a la familia del niño. Aseguró a la Guardia Civil que había tapado la boca del pozo con una piedra de 15 kilos. "Yo lo dejé así. Quitaron todo el material que había, 7.000 metros cúbicos de tierra."
Y el maquinista, a su vez, desveló cómo dejó el pozo al irse: "Tras quitar la arena, se veía el agujero del pozo a ras de suelo. Al irme de la parcela, vi cómo se ponían con el pie unas piedras que había en la zanja."
Lo dicho por los trabajadores podría indicar de que los familiares de Julen, en especial David, trata de evitar una pena por homicidio imprudente.
EL CURSO DEL CASO
Entre tanto, el caso sigue su curso a cargo del Juzgado número 9 de Málaga. Por el momento se encuentra bajo secreto de sumario. La Guardia Civil está realizando las diligencias previas. Una vez la magistrada instructora conozca todos los detalles del suceso, decidirá si llama a declarar a alguien o imputa a alguna persona.
Se conoció que el delito de homicidio imprudente podría recaer sobre dos personas: David Serrano y Antonio Sánchez, pero hasta el momento no hay ninguna pena o sentencia.
Es importante destacar, que cuando ocurrió el accidente, la Guardia Civil no creía la teoría de que el niño había caído en el pozo. Las declaraciones de la familia de Julen fueron puestas en duda hasta el momento en que encontraron el cuerpo sin vida del niño, tras una maratónica jornada de rescate.