El mayor de los dos bebés asesinados en Godella no había asistido a la escuela en un mes

Nuevos detalles del horrible crimen que sucedió en Godella, Valencia, han salido a flote. El niño de mayor edad tenía al menos un mes sin asistir a clases.

Así como informó Antena 3, Gabriel Salvador, el padre de los dos niños asesinados, llevaba día a día a su hijo al colegio. Sin embargo, el centro estudiantil no había visto al pequeño en un mes.

Gabriel, su mujer María, y sus dos hijos (uno de tres años y otro de ocho meses) vivían juntos en una casa okupa que, según fotos y testimonios de vecinos, estaba en muy mala condición.

PROBLEMAS DE ADICCIÓN Y PSICOLÓGICOS

Aunado a eso, se dice que los padres tienen problemas de drogas y psicológicos pues se ha descubierto que hacían distintas cosas poco comunes, como recolectar animales muertos y colgar sus cráneos en la pared para supuestamente ahuyentar demonios.

Aparte, se descubrió que Gabriel trabajaba en un bar, pero fue despedido hace un mes debido a que llegaba tarde con mucha frecuencia. María, por otro lado, trabajaba de bibliotecaria en la Casa de la Cultura de Rocafort.

DETALLES DE LOS HECHOS

Era también activista y formó parte de una de las protestas del 15-M en 2011 en frente de las Cortes Valencianas por las que fue detenida. Sus problemas son mucho mayores que esos, ya que tanto ella como Gabriel fueron detenidos tras la muerte de los pequeños y son los principales sospechosos.

El 14 de marzo, la Guardia Civil acudió a la casa de la pareja luego de que se les reportara fuertes gritos provenientes del lugar. Además, vecinos los vieron correr semidesnudos con manchas de sangre en su cuerpo.

Al llegar, el padre reveló que sus hijos estaban muertos, pero no colaboró con la investigación. María fue encontrada en un bidón de plástico con poca ropa puesta y con arañazos muy alterada. Lo primero que les dijo a los oficiales:

“Tengo miedo, porque Gabriel me ha pegado una paliza esta mañana y tengo mucho miedo y me estoy ocultando aquí. ¿Dónde están mis hijos? Quiero ver a mis hijos, me da miedo que les haya pasado algo a mis hijos. Hay una secta que nos persigue y tengo un hijo que está poseído por el diablo".

UNA FAMILIA MUY POCO COMÚN

Otro elemento que ha llamado mucho la atención es que ambos dijeron ser seguidores de los Illuminati, una supuesta organización secreta que busca el nuevo orden mundial.

Aun cuando hay pocos detalles del crimen, se sabe que los niños estaban semienterrados en fosas a 75 y 150 metros de distancia de la casa y que las víctimas presentan signos de haber sido golpeados.

Gabriel les contó a los interrogadores que María supuestamente intentó ahogar a los niños el miércoles por la noche luego de una fuerte discusión. La autopsia no se ha realizado y todavía hay muchas preguntas en el caso.