Empleada de Coppel en Oaxaca regala zapatos nuevos a pobre anciano que buscaba unos usados
Un nuevo acto de bondad fue viralizado en las redes sociales luego de que una trabajadora de la tienda departamental Coppel le comprara un par de zapatos nuevos a un anciano de escasos recursos.
Se trata de Michelle Hada Santiago, una trabajadora de Coppel con un corazón de oro. La vendedora vio al abuelito de escasos recursos, quien llegó para ver si le regalaban un par de zapatos usados.
La empleada se negó y el anciano se retiró del lugar. Sin embargo, la vendedora se vio conmovida por el hombre y quiso tener un gesto desinteresado con él. Este acto de bondad te devolverá la fe en la humanidad.
Por los momentos se desconoce la identidad del abuelito, quien ingresó a la tienda departamental preguntando: “¿regalan zapatos usados?"
Cuando le contestaron que no, el hombre cabizbajo se quedó viendo los zapatos antes de irse de la tienda. Michelle vio que el hombre estaba por irse y le preguntó "¿Qué pasó? ¿Qué busca el señor?".
Una de sus compañeras le contó lo sucedido, el señor no traía dinero consigo para comprar zapatos nuevos y por eso preguntaba por zapatos usados.
Al conocer la situación, la vendedora salió a buscar al señor hasta que logró alcanzarlo. La joven le dijo:
“Señor, Señor, vamos a la tienda yo le voy a comprar sus zapatos, no tengo mucho dinero pero creo que en verdad los necesita, usted tendrá calzado nuevo”.
Varios empleados y clientes presenciaron el noble gesto de Michelle, algunos decidieron solidarizarse con el ancianito y aportaron dinero para comprarle un par de zapatos nuevos.
Este hermoso acto de bondad tuvo lugar en una tienda ubicada en la calle Trujano, a una cuadra del Zócalo en Oaxaca, México.
El hecho se hizo viral rápidamente en Facebook y ha sido compartida miles de veces.
Al igual que Michelle, un pequeño llamado Cheikh Faizal tiene un corazón de oro. El amable niño le ofreció sus zapatos y calcetines a un niño sin hogar descalzo mientras se sienta en la calle en Kuala Lumpur.
El niño notó a un joven descalzo junto a su madre mientras caminaba con su padre Sofian, en una calle de Malasia. Cheikh sintió pena por él y se quitó los zapatos y los calcetines y luego se los puso a los pies del niño.