Pastores engañaban a sus fieles para que vendieran sus casas y quedarse el dinero
La banda criminal conformada por pastores evangélicos obligada a sus seguidores a vender sus pertenencias, y luego los esclavizaba a ellos y a sus hijos.
En Argentina, la policía de la provincia de Buenos Aires ha logrado desarticular una banda de estafadores conformada por pastores evangélicos, quienes manipularon y extorsionaron a su congregación para que vendieran sus casas y pertenencias y trabajaran horneando pan, sin sueldo, para ellos.
Los hijos de los fieles debían salir de la escuela y pasar el día vendiendo el pan que horneaban sus padres en las calles de Argentina. Entretanto, los líderes de la iglesia tenían una chacra en un club de campo, una vide llena de lujos y varias propiedades más. Fueron 26 detenidos en total, con más de 40.000 dóalres y 1.000.000 de pesos argentinos (unos 22.000 dólares).
Se incautaron 17 automóviles, camionetas y utilitarios, joyas de oro, 46 teléfonos móviles, docenas de tarjetas de crédito, laptops, computadoras, documentos, discos duros y pendrives. La División de Trata de Personas se encargói de liderar el operativo, donde capturaron a las dos líderes de la organización, "Tía Eva" y su segunda, "la jefa".
La investigación comenzó en diciembre del año pasado tras una denuncia presentada por una joven de 24 años. En su adolescencia, sus padres fueron capturados por este templo evangélico, conocido como "Filadelfia", ubicado en San Justo. El nombre fue copiado de otra reconocida organización religiosa para engañar a los seguidores.
Sus padres poco a poco fueron adentrándose en la iglesia, cambiando radicalmente su vida bajo las manipulaciones de los líderes, que les dijeron que Dios ordenaba que vendieran su casa y les dieran el dinero. Tuvieron que mudarse con otros seguidores a una suerte de convento, aislados de familiares y amigos y obligados a trabajar en una panificadora de la Iglesia.
Los productos que producían eran vendidos en las esquinas de San Justo por sus hijos, que eran sacados de la escuela. La joven denunció que si los niños se negaban a vender el pan o a casarse con quien le ordenase la iglesia, eran enviados a la fuerza a campos en la provincia, para recibir "seminarios bíblicos".
La denuncia llevó a la policía a realizar una investigación encubierta, interviniendo las líneas telefónicas para estudiar la estructura interna de la iglesia. Pudieron determinar que los líderes se quedaban con todas las ganancias producidas por el trabajo de los seguidores en la planificadora.
Los seguidores eran obligados a realizar trabajos físicos como mantenimiento, albañilería y limpieza. Los reclutaban en momentos de mucha vulnerabilidad en ciudades de la provincia entera.
En otro impactante caso, un pastor cristiano estadounidense, cuyo padre murió siete minutos después de ser mordido por una serpiente, tuvo que recibir tratamiento tras ser mordido por otra serpiente intentando la misma hazaña.