Empleada doméstica luchó para adoptar a una niña sin una pierna abandonada en un hospital
La niña le ha cambiado la vida a una pareja argentina. Las historias entrelazadas de estas personas y la pequeña parecen verse como las piezas de un rompecabezas encajando perfectamente para conformar una familia. Una que era realmente deseada.
Empecemos con el amor, pues fue la historia de este matrimonio la que dio la posibilidad a la niña de tener un hogar. Héctor es médico y María, empleada doméstica. Cuando empezaron a salir, muchos le decían que no funcionaría pues él es mayor que ella.
María respondía que bueno, lo intentaría y que si el amor acababa, lo entendería. Ahora ríe, porque llevan más de 20 años amándose. Cuando se conocieron, él trabajaba en el hospital y ella en la remisería de enfrente. Lo cómico de su relación es que no comenzó por buscarla, sino por querer ayudar a otro par de enamorados, contaron a Infobae.
Milagros encontró amor en un nuevo hogar y familia. | Foto: Facebook/Infobae
El romance empezó cuando María, quien tenía 19 años, había dejado la secundaria para trabajar como niñera y mantener a sus ocho hermanos. Pero en el amor, la relación fue creciendo. Aunque Héctor tenía un hijo, de relación previa, ambos intentaban tener sus propios niños juntos.
Lamentablemente, no importó lo mucho que lo intentaran, pues no fue posible. María fue operada de endometriosis y posteriormente, a sus 35 años fue diagnosticada con menopausia precoz. La fertilización, en ese entonces, no era una posibilidad.
NACE UNA FAMILIA
"Fueron cinco años intentando y nada. Yo me la banqué sola. No fui a terapia ni nada, mi terapia eran mis perros", comentó. Ella también es rescatista y se dedica al cuidado de perros con sarna o gusanos para que luego alguna persona los adoptara.
La imposibilidad de tener hijos, hacía de María una mujer que no estaba feliz con la vida. Ella misma admite que peleaba constantemente, se quejaba de todo y sobre todo, de las madres con niños pequeños o mujeres embarazadas.
Milagros aprendió a disfrutar del patinaje | Foto: Facebook/Infobae
Hasta que un día, sin saberlo, la vida comenzaría a cambiarles para siempre. Héctor le preguntó si quería ir al hospital a conocer a una niña que tenía varios días internada y a la que no se le permitía regresar con su madre biológica por padecer la Enfermedad de Huntington, un trastorno neurológico progresivo. Es decir, la señora no puede cuidar ni siquiera de sí misma.
María accedió. Conoció a Milagros, una hermosa niña a la que le faltaba una pierna y había sufrido varias enfermedades. Atravesó un proceso de cirugía para poder eliminar desechos y otra para corregir que los alimentos se le iban por las vías respiratorias.
Además, tuvo una tercera operación para sacarle un pequeño muñón parásito que había crecido cerca de la pelvis y le removieron un dedo extra que tenía en su mano derecha.
Cuando Milagros volvió al hospital, nuevamente enferma y deshidratada, doctores y trabajadores sociales impidieron que su madre se la llevara otra vez. Fue en ese entonces cuando la conoció María, quien pensaba con miedo que la niña sería enviada a un instituto porque, al igual que niños con otras patologías difíciles, se quedaría “esperando que una familia la quiera”.
Después de analizarlo en vela toda la noche, María le dijo a su esposo que quería hacerse cargo de la pequeña. Al inicio fueron solo visitas de una hora. Luego les permitieron ser su hogar de cuidado, mientras encontraban una familia. Ahora, cuatro años después, han recibido el documento de adopción plena que los convierte legalmente en sus padres.
El momento de emoción más grande para María fue el instante en que Milagros le dijo “mami”, por primera vez. La familia le enseñó, a sus tres años, a comer con cubiertos, a caminar, y luego de que le regalaron patines adaptados para ella, encontró su pasión.
El proceso de adopción no fue sencillo, pero ante la justicia todo quedó claro cuando le preguntaron su nombre a la niña. Respondió "Milagros" y completó con los apellidos del doctor y la empleada doméstica, a quienes reconoció como sus padres. Cuando le preguntaron dónde quería estar, dijo “con papi y mami”.
Milagros participa en competencias internacionales de patinaje. | Foto: Facebook/Infobae
NIÑA FELIZ
Aún con una sola pierna, Milagros destaca con patines, lo que le ha ayudado a mantener el equilibrio, tener una buena postura y ser capaz de ir a la escuela sin andadera. Hasta ha participado en torneos en Brasil.
También lleva alegría a otros niños, contó Héctor:
"A veces vuelve del colegio con una amiguita que tiene síndrome de down y la mamá de la nena dice que cuando está con Mili vuelve feliz. Nuestra casa está siempre llena de chicos y yo estoy feliz por el mensaje que está dando: les dice a los que tienen una discapacidad que no se escondan, que no tengan miedo, que salgan, que hagan lo que les guste. La vida le robó muchas cosas, sí, pero a cambio le dio este don maravilloso".
Hoy Milagros tiene siete años de edad y una bella familia.
UNA LUCHADORA QUE BAILA
Así como nos inspira Milagros, también lo hace Valory Newton, una niña de Ohio, en Estados Unidos, que fue diagnosticada con osteosarcoma (cáncer de hueso). Ella batalló con todo y ganó con la mejor actitud ante la vida.
Valory tiene 12 años de edad. Luchando contra la grave enfermedad, perdió una de sus piernas, pero eso no le ha impedido ir tras sus sueños.
Ella es una destacada bailarina que ha cautivado, al ritmo de “Skycraper” en las redes sociales, y sabe cómo hacer piruetas y pasos de ballet sobre el escenario.