logo
página principalMediosTV
instagram.com/thisissjking
instagram.com/thisissjking

Dolorosa historia de una mujer fuerte: 'Mis padres dijeron a todos que yo había muerto'

Nació como Karoline King en 1980 y fue el resultado de una aventura interracial, que era ilegal bajo la Ley de Inmoralidad del apartheid.

Publicidad

Una mujer de piel blanca y un hombre de piel negra tuvieron una hija en 1980 y la bebé fue entregada en adopción, pues nació en Sudáfrica en tiempos del apartheid. En aquella época, las relaciones interraciales eran mal vistas y estaban casi prohibidas.

Debido a esto, la madre de la bebé se vio obligada a entregar a su hija en adopción por tener otro color de piel.

Publicidad

Una pareja blanca del Reino Unido adoptó a la pequeña, cuyo nombre al nacer era Karoline pero hoy se llama Sara Jayne King.

Su madre biológica la puso en adopción cuando tenía apenas siete semanas de vida.

Al parecer, ella nunca se terminó de sentir cómoda en el barrio donde vivió, pues se trataba de un barrio blanco de clase media.

Inicialmente no cruzó su mente que su color de piel la podía hacer “distinta”, sin embargo, sus compañeros de clase se encargaron de hacérselo saber.

Publicidad

SE SENTÍA FUERA DE LUGAR

Los africanos eran vistos como desamparados en su pueblo, Crowhurst. Su escuela recolectaba comida para niños hambrientos en Etiopía.

La joven había visto imágenes de niños cubiertos de moscas, en paisajes polvorientos y asumió que eso también la definía a ella.

"(África) era un lugar que daba lástima, uno al que uno miraba con cierto desprecio. Era un lugar del cual uno agradecía que lo hubiesen rescatado."

Publicidad

Desde ese momento, Sara comenzó a sentirse fuera de lugar y alienada del mundo en el que vivía.

Tenía un hermano mayor que también era adoptado y negro. Su única referencia a otra gente de color estaba en los programas de televisión que, en los años 80 en Reino Unido, no mostraban una imagen ni halagadora ni realista de la gente de color.

Publicidad

MOMENTO EN QUE SUPO EL MOTIVO DE SU ABANDONO

Por otra parte, sabía muy poco sobre su adopción, pues sus padres adoptivos solo le habían dicho que había nacido en Sudáfrica y que no podían tener hijos, por eso la buscaron.

Cuando la joven cumplió 14 años, encontró una carta en el cuarto de su madre adoptiva. Resulta que la misiva había sido escrita por su madre biológica casi un año después de que ella nació.

La carta estaba dirigida a ella y relataba el motivo por el cuál la había dado en adopción. Al comienzo, cuando su madre biológica supo que estaba embarazada no se acordaba quien era el padre.

Publicidad

Al momento de nacer, Sara tenía la piel blanca, y le habían puesto Karoline. Pero, mientras pasaban los días, la madre notó que su hija no era blanca. Fue en ese momento que recordó que tuvo una aventura con un hombre de color, pues estaba casada con un hombre blanco.

Al estar vigente en aquel entonces la Ley de Inmoralidad en Sudáfrica que prohibía relaciones interraciales, la madre y su esposo planearon sacarla del país.

La pareja elaboró un plan junto a su médico señalando que Sara padecía de una rara enfermedad del hígado y necesitaba con urgencia un tratamiento médico de avanzada que se hacía en Londres.

Fue así como la llevaron a Inglaterra y al volver a Sudáfrica dijeron a todos que su hija había muerto.

Publicidad

SU CORAZÓN SE HABÍA ROTO

Sara-Jayne sintió un gran dolor por el abandono de su madre y que, además, hubiera pretendido que su hija estaba muerta.

Sara explicó cómo se sentía: “El color de mi piel era tan espantoso y lo que mis padres biológicos habían hecho era tan repugnante que yo tuve que ser sacada de mi país y ser educada en otra parte”.

Y agregó: “Pensaba en cuán horrible tiene que ser uno para que la persona que se supone que más te ama en la tierra y debe cuidarte y nutrirte pudo hacer lo que hizo”.

Publicidad

RECHAZO DE SU MADRE BIOLÓGICA

Sin embargo, antes de hacer el descubrimiento, la amargura por el rechazo ya había empezado a manifestarse en Sara-Jayne. A los 13 años ingirió una sobredosis de paracetamol y, más tarde, empezó a cortarse la piel.

Posteriormente, dos años después de leer la carta, cuando tenía 16 años, durante su primer año de la carrera de abogacía en la Universidad de Greenwich, en Londres, decidió contactar a su madre biológica a través de la agencia de adopción.

Ella respondió diciendo que contestaría las preguntas de la joven, no obstante, solicitó que no quería continuar en contacto.

Publicidad

PROBLEMA DE ADICCIONES

Su depresión la llevó a consumir alcohol y algunas drogas, pero aun así terminó su carrera e incluso hizo un posgrado. Luego consiguió buenos trabajos y se mudó a Dubái, donde comenzó a construir una exitosa carrera en la radio.

Pero, por sus problemas de adicción, perdió su trabajo en Dubái. Allí se dio cuenta que su pasado y su historia siempre estaría dentro suyo, sin importar a donde fuese.

Entonces, decidió ponerse manos a la obra para intentar resolver todas las cuestiones que la debilitaban y la hacían recaer en las adicciones, en incluso problemas alimenticios. Era 2007 y Sara-Jayne decidió buscar ayuda. Descubrió que los centros de rehabilitación eran más baratos en Sudáfrica.

Cuando llegó a Johannesburgo y comenzó a observar la ciudad dijo: “Yo he estado aquí, yo pertenezco a aquí”.

Publicidad

PUBLICACIÓN DE SU LIBRO Y ENCUENTRO CON SU PADRE

Sara público un libro sobre la adopción y su vida hace algunos años. Fue gracias a eso, en una de sus presentaciones que consiguió el teléfono de su padre, se pudieron comunicar y coordinaron verse.

Publicidad

El día de su reencuentro, la joven afirmó: “Fue el mejor día de mi vida. Ambos nos vimos y teníamos lágrimas en los ojos. Mi padre me decía ‘mi hija, mi hija’ ahí me di cuenta que era hija de alguien”.

Publicidad

Sara mantiene al día de hoy una relación con su madre adoptiva pero ahora ella está instalada en Johannesburgo, ya que nunca se sintió británica.

"Creo que alguna gente todavía encuentra difícil la idea de que ellos no deciden quién soy y cómo me identifico", dice.

Mira el siguiente video para que conozcas más detalles.

Activa los subtítulos haciendo click en CC y en configuración, en la sección de subtítulos, selecciona autotraducción e idioma español.

Lo cierto es que los casos de racismo continúan generándose en diferentes partes del mundo. El pasado mes de enero, una mujer de piel oscura fue brutalmente echada de un autobús en Madrid, a pesar de tener boleto.

"Los agentes de policía querían bajarme a la fuerza, me decían bájate, bájate, al negarme trataron de coger a mi hijo para que me viera obligada a seguirle", denunció la mujer. Conoce más detalles aquí.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares