Príncipe Harry y Meghan: las fotos oficiales del bautizo de Archie salen a la luz

El orgullo y la alegría del príncipe Harry y Meghan Markle, el bebé Archie, ha sido bautizado en Windsor por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.

La íntima misa se llevó a cabo la mañana del sábado 6 de mayo, y varias caras reales, como el Príncipe William y Kate Middleton, fueron vistas llegando a Windsor.

Para conmemorar la ocasión especial, el duque y la duquesa de Sussex se pronunciaron a través de su página oficial de Instagram para compartir una foto grupal con Archie siendo la estrella.

En el retrato real, Harry y Meghan pueden ser vistos sentados en un sofá solos, sosteniendo a su hijo con bastante alegría, a medida que el resto de su familia se reúne alrededor de ellos.

La duquesa de Cornualles, Camilla Parker-Bowles, estaba sentada al lado de Harry, con su esposo, Charles, el Príncipe de Gales, parado justo detrás de ella.

Al igual que Camilla, Kate también encontró una silla y se sentó junto a Meghan en el lado opuesto, aunque a una distancia considerable, con el Príncipe William adoptando casi la misma postura que su padre.

Luciendo alegre y orgullosa, la madre de Meghan, Doria Ragland, posó junto al príncipe Charles y las damas Jane Fellowes y Sarah McCorquodale, hermanas de la fallecida princesa Diana.

Lamentablemente, la reina Elizabeth no asistió al bautizo de su bisnieto debido a un conflicto de participación en su agenda. Los príncipes George y Louis, así como su hermana, la princesa Charlotte, no fueron vistos en el bautizo tampoco.

Según la publicación hecha por el príncipe Harry y Meghan, su pequeño bebé -aparentemente pelirrojo- fue bautizado en la réplica hecha a mano del tradicional vestido de bautizo real.

El vestido ha sido usado por los bebés reales durante los últimos once años y fue creado para preservar el traje real de bautizo, que fue encargado en 1841 por la reina Victoria.

La reina Elizabeth fue una de los miembros de la realeza que tuvo la suerte de llevar el vestido en su bautizo, una suerte que compartieron sus hijos y nietos hasta 2004, cuando decidió que era necesario hacer una réplica.