Ignacio López Tarso, el actor que no quiere morir sobre el escenario
Aunque Tarso está resignado a la muerte, se niega a que le llegue en medio de una interpretación sobre las tablas.
El reconocido actor mexicano Ignacio López Tarso ha demostrado que una de sus pasiones más grandes es la interpretación, pero para él es importante mantenerse alejado del foco público de vez en cuando.
Tarso, tiene 93 años, de los cuales 70 ha pasado entregándolo todo en el escenario, no solo se niega a emplear todo su tiempo sobre las tablas, también espera que su muerte no ocurra frente a la audiencia.
IGNACIO LÓPEZ TARSO Y SU BALANCE DE VIDA.
Para Tarso es tan importante su trabajo como lo son sus amigos y su familia, por lo que trata de llevar una vida balanceada después de haberle dedicado tanto tiempo a los reflectores.
"Yo necesito estar afuera y trabajando arriba del escenario. Necesito ver mucho teatro y platicar con la gente, ese es mi alimento de todos los días, sólo así funcionó", dijo el artista.
Aún así su intención nunca ha sido retirarse, pues aunque se toma un tiempo fuera de su carrera artística, actuar es lo que ama y dejarlo no es una opción.
La única cosa que considera Ignacio, lo llevaría a retirarse, es la propia muerte, y así lo dejó bien claro cuando expresó: "La muerte es lo único que me va a retirar".
Pero esto no significa que, en comparación a otros artistas, Tarso no quiere entregar su último aliento en un escenario.
"Tampoco quiero morirme arriba del escenario porque sería un trauma para el público. Quiero morir en mi cama o en la camilla de un hospital si las cosas se complican, pero mientras tenga vida, fuerzas, memoria y entusiasmo, seguiré trabajando", aseguró.
TARSO NO CONSIDERA SU VIDA LO SUFICIENTEMENTE INTERESANTE.
El reciente proyecto junto a su hijo Juan Ignacio Aranda, llena de ilusión a Tarso a pesar ser no ser la primera vez que trabaja junto a él pues los papeles a interpretar tienen un gran significado para ambos.
Una vida en el teatro (A life in the theatre), de David Mamet, muestra la historia de el vínculo entre un maestro, el cual será interpretado por Tarso y el progreso se su alumno, interpretado por Aranda.
Aunque esta historia se asemeja bastante a la relación padre e hijo, a Tarso le entusiasma la idea de que sea la historia de alguien más a través de la que pueden expresar la suya pues, si de su vida real se tratara, no estaría tan de acuerdo en llevarla a escena.
"Yo pienso que sería muy aburrido poner mi vida, no tengo interés de hacer o que se haga una telenovela de mi vida, me parece una tontería", comentó Tarso.
“Para mí sería una pérdida de tiempo terrible, que lo hagan de otros (…) hay muy buenas historias como para llevar mi vida, por ejemplo del pensador Tomás Moro, qué maravilla de personaje”, concluyó.
En relación a otras personalidades importantes, la mexicana Claudia Islas, que durante la década de los 70 se convirtió en una de las villanas favoritas de la televisión y una aclamada bomba sexy, fue acusada de haber mandado a Juan Gabriel a la cárcel.