Jordi Cruz: el chef con tres estrellas Michelin que no sabe hacer tortillas francesas

El joven y exitoso chef español nacido en Barcelona es un experto en prácticamente todas las áreas de la cocina, pero hay un platillo que no domina: la tortilla francesa.

Jordi Cruz nació el 29 de junio de 1978, en Manresa, Barcelona, y desde niño mostró interés por las artes culinarias. A la corta edad de 14 años, comenzó a trabajar como cocinero en el restaurante Estany Clar de Cercs, en Barcelona.

Estudió cocina en la Escuela Superior de Hostelería de Manresa, y para el 2010 asumió el cargo de chef en el Ábac Restaurant & Hotel, una exclusiva cocina conocida por su impecable ejecución e innnovadora creatividad. Desde entonces, ha ganado tres estrellas Michelin.

GALARDONADA TRAYECTORIA

Jordi ha recibido muchos reconocimientos en su carrera culinaria. En el 2002, venció a toda la competencia y conquistó el Campeonato de España para Jóvenes Chefs. El año siguiente, recibió dos premios, el del Campeonato de España para Jóvenes Valores, Ciudad de Marbella, y el Premio Internacional de Cocina con Aceite de Oliva de Jaén, Paraíso Interior.

En 2004, con 26 años, se convirtió en el chef más joven de España (y el segundo más joven del planeta entero) en conseguir una estrella Michelin, en esa oportunidad en el restaurante Estany Clar de Cercs.

En 2006, Jordi ganó el Concurso Cocinero del Año (CCA), en su primera edición. Hoy en días, tantos años después, Jordi ha llegado a convertirse en Vicepresidente de esta misma organización.

El año siguiente, Jordi se convirtió en gerente y jefe de cocina de "L'Angle de Món Sant Benet", y para el 2008, el restaurante ganó su primera estrella Michelin. Pero incluso un chef con una trayectoria tan premiada debe tener sus limitaciones..

HOMBRE DE POCOS VICIOS

En una reciente entrevista con El Mundo, Jordi explicó que intenta vivir la vida de forma saludable, y que "el único vicio que tengo es este purito que me estoy fumando ahora", agregando que se cuida "un montón, quiero tener buena calidad de vida y cinco días a la semana como saludable, en proporciones lógicas, y otros dos días me permito el lujo de comer lo que me apetezca".

A manera de ejemplo, el chef explicó que frecuenta la lechuga, las legumbres, ensaladas, el pollo y la carne magra, los "platos de cuchara ligeros" y otros alimentos similares.

Explicó también que no le molesta discutir su alimentación, pues considera que "la alimentación nos interesa a todos. SI a alguien le molesta es porque es consciente de que no lleva una buena alimentación y le da como vergüencita", añadiendo que a él le da más vergüenza admitir que fuma, pues "es una drogadicción".

Jordi contó en la entrevista que probó dejar de fumar por un año, "y no mejoró mi paladar, quizá porque lo tengo muy entrenado".

TALÓN DE AQUILES

Pero nadie puede ser perfecto, y ese virtuoso paladar de Jordi no implica que sea un experto en todos los platillos que existen. De hecho, admite que hay uno que sigue siendo un "punto débil" en su repertorio: la tortilla francesa.

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. No la he querido repetir en exceso porque me gusta mantener ese punto débil que me mantenga con los pies en el suelo, ese poco de inseguridad."

Sin embargo, no deja de aclarar que una tortilla francesa perfecta es "ovalada por los dos lados, de un grueso de dos centímetros, sin color, semicocinada por dentro, con una cremosidad absoluta. Se necesita mucha paciencia y mucha técnica".

Otro destacado chef, Karlos Arguiñano, presume de ser "más conocido que el rey" en España. El apodado "rey del perejil" ha participado en más de 5.000 programas de televisión y su nombre ha aparecido en muchos libros de recetas.