19 de agosto: Día de San Juan Eudes, apóstol de la devoción a los Sagrados Corazones
El 19 de agosto, la iglesia católica celebra el día de San Juan Eudes. El santoral cristiano es el conjunto de personas reconocidas por la Iglesia como santos o beatos en una fecha concreta.
Los santos pueden ser hombres o mujeres destacados en las diversas tradiciones religiosas por sus atribuidas relaciones especiales con las divinidades o por una particular elevación ética.
Las virtudes de los beatos también son destacadas aunque sin llegar a la categoría de los santos.
San Juan Eudes nació en un pueblecito de Francia, llamado Ri en Normandía, en el año 1601.
Fue un sacerdote misionero francés, fundador de la Congregación de Jesús y María (Eudistas) y de la Orden de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio, y autor de la adoración litúrgica del Sagrado Corazón de Jesús y de María.
San Pío X lo nombró “El apóstol de la devoción a los Sagrados Corazones”.
Sus padres no tenían hijos e hicieron una peregrinación por el santuario de Nuestra Señora y Dios les concedió el regalo de tenerlo a él, después nacieron cinco hermanos más.
Estudio en el seminario El Oratorio, dirigido por el cardenal Berulle, quien lo estimaba muchísimo.
Berulle descubrió en Juan Eudes una impresionante capacidad para predicar misiones populares, y una vez que fue ordenado como sacerdote, lo mandó a anunciar la palabra de Dios en pueblos y ciudades.
Predicó 111 misiones, con gran éxito. Monseñor Camus, afirmaba: “Yo he oído a los mejores predicadores de Italia y Francia y puedo asegurar que ninguno de ellos conmueve tanto a las multitudes, como este buen padre Juan Eudes”.
Juan compuso una frase que se ha hecho famosa entre los creyentes: “Para ofrecer bien una Eucaristía se necesitarían tres eternidades: una para prepararla, otra para celebrarla y una tercera para dar gracias”.
Las personas opinaba en la predicación era un león, y en la confesión un cordero.
San Juan Eudes se percató de que para poder entusiasmar al pueblo y llevarlo a la santidad, era necesario proveerlo de buenos y santos sacerdotes.
Para ello necesitaba formarlos en seminarios donde los jóvenes recibieran una muy esmerada preparación.
En Francia fundó cinco seminarios que contribuyeron enormemente al resurgimiento religioso de la nación.
Con los mejores sacerdotes que lo acompañaban en su apostolado, fundó la Congregación de Jesús y María, o padres Eudistas, comunidad religiosa que ha hecho inmenso bien en el mundo y se dedica a dirigir seminarios y a la predicación.
En las misiones logró que muchas mujeres se arrepintieran de su vida de pecado, pero desafortunadamente las ocasiones las volvían a llevar otra vez al mal.
En una oportunidad, Magdalena Lamy, quien le había dado albergue a varias damas, le dijo al santo lo siguiente:
“Usted se vuelve ahora a su vida de oración, y estas pobres mujeres se volverán a su vida de pecado; es necesario que les consiga casas donde se puedan refugiar y librarse de quienes quieren destrozar su virtud.”
El santo aceptó el consejo y fundó la Comunidad de las Hermanas de Nuestra Señora del Refugio para encargarse de las jóvenes en situación de peligro.
Propagó por todo su país dos nuevas devociones que llegaron a ser sumamente populares: La devoción al Corazón de Jesús y la devoción al Corazón de María.
Murió el 19 de agosto de 1680 y su gran deseo fue dejar el siguiente legado: “Mi Padre celestial me ama, porque yo hago siempre lo que a Él le agrada”.