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Cómo una niña acosada por ser diferente encontró su fuerza interior: 'Yo soy hermosa'

Stef Colina
08 sept 2019
16:40

Karunia nació sin dedos por una enfermedad congénita llamada Síndrome Apert, pero esto no le impide ser una niña plena y feliz.

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Cuando Chandra y Angelina trajeron al mundo a Karunia o Nia en Indonesia, no esperaban que la bebé llegara con deformaciones congénitas, pero así fue.

La pequeña nació sin dedos en las manos, ni en los pies, condición que comparte con algunas deformaciones en el resto de su cuerpo. Pero al ser diferente esta valiente ha tenido que lidiar con el acoso escolar, pero vaya que lo hizo bien.

ELLA SABE QUE ES ESPECIAL

A pesar de su apariencia, Karunia es una niña parecida a cualquier otra, pero con una madurez especial que la ha llevado a enfrentarse a los más grandes retos sin un gramo de nervios.

Cuando nació, un pastor tuvo que preparar a sus padres para la noticia, pero lo que los progenitores no sabían, es que años después la pequeña le diera una lección a todos declarando que es hermosa a pesar de su Síndrome Apert.

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EL BULLYING NO PUEDE CON ELLA

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Gracias a la ayuda de Compassion Survival Program, Chandra y Angelina han sido capacitados poco a poco para atender las necesidades de la niña.

Pero en la escuela, donde no están sus papás para cuidarla, Karunia se defiende sola de los acosadores que se burlan de ella por no tener dedos, ella simplemente les dice que hermosa, como su madre.

"Cuando mis amigos se burlaron de mí porque no tengo los dedos normales, mi madre me enseñó a decirles que esto es lo que Jesús me dio. Soy hermosa como mi madre", puntualizó la pequeña.

Tal vez su técnica anti-bullying funcione y pueda seguir disfrutando los beneficios de asistir a la escuela, algo que según llegó a comentar, le encanta: “Me encanta jugar con mis amigos en la escuela y en el centro. Me encanta dirigir oraciones o cantar ", aclaró la niña que ya es toda una estrella en su pueblo.

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Y es que la mejor manera de hacerle frente al acoso es seguir ejemplo de Nía y plantarle cara, tal y como lo hizo Lizzy Howell, una bailarina con obesidad que sorprendió a todos con sus increíbles pasos.

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