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Enrique Rocha: su camino hacia la paz tras su desenfreno y fama de mujeriego

Alejandra Quintero
15 sept 2019
01:20

La juventud del actor mexicano estuvo marcada por los excesos, las fiestas, el desenfreno propio de los años 60 y el movimiento hippie. Después optó por tomar el camino hacia la paz y la serenidad.

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Enrique Miguel Rocha Ruiz nació el 5 de enero de 1940 en Silao, México. Su educación estuvo basada en los valores y principios del cristianismo. Sin embargo, en la adolescencia sintió una necesidad imperiosa de libertad, por eso se fue de casa entre los 16 y 17 años.

Se encontraba estudiado arquitectura cuando lo invitaron a ver una obra de teatro. Ese día uno de los actores había faltado y el director lo invitó al escenario. Desde entonces se forjó una sólida carrera que lo mantiene en el corazón de su público.

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El actor recordado por protagonizar "Morir en el golfo", "Tiempo de morir" y "El proceso de Cristo", debutó en el teatro con “Hamlet” a los 21 años. Además, hizo teatro experimental y locución en Radio Universidad.

Su juventud estuvo marcada por los excesos, las fiestas, el desenfreno propio de los años 60 y el movimiento hippie.

"Si, fui un hombre nocturno, con desvelos y fiestas diarias. Era necesario para mi formación. Hay que pisar fuerte, tocar fondo y salir."

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Durante esa época, el actor afirma que vio hundirse a muchos conocidos, llegar hasta el fondo y perderse en la droga. Incluso, algunos fueron hasta el suicidio.

"Siempre la rechacé. Le tuve miedo, tal vez porque siempre he sido cauteloso. Reconozco que me expuse mucho porque estaba en el ojo mismo del huracán."

Su apartamento era el epicentro de las reuniones de muchos artistas, quienes iban allí cada noche para intentar “arreglar el mundo”. Sin embargo, los años trajeron sosiego y tranquilidad a la vida del intérprete.

"Soy nacido en Silao, Guanajuato y quizá la provincia obliga a la paz interior que contrasta al abandono espiritual en que vivimos muchos capitalinos. Abandono que arrebata tu integridad".

El actor reconoce que tal vez los valores espirituales y morales que le enseñaron sus padres, junto con el devenir de los años hicieron que parara la vida desenfrenada que llevaba y optara por esa “serenidad” que viene con el tiempo.

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Respecto al amor, el actor reconoce con orgullo que fue un mujeriego y argumenta que no iba por ahí haciendo daño sino que solía enamorarse. De hecho, admite que por su vida pasaron muchas mujeres hermosas y se enamoró muchas veces.

"El donjuanismo no es simple frivolidad, es la necesidad vital de estar cerca de la vida, aun cuando se fracasa."

"Si, fui un hombre nocturno, con desvelos y fiestas diarias. Era necesario para mi formación. Hay que pisar fuerte, tocar fondo y salir."

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El matrimonio le fue esquivo, fue un proyecto de vida que intentó junto a su segunda esposa, Patricia Campos, y madre de su único hijo, Cristian Rocha, pero no lo logró. Terminaron en divorcio.

Su único temor es encontrarse con los años viviendo en soledad. Enfrentar la vejez y lo que eso conlleva es para él una inquietud existencial. Sin embargo, reconoce que hace mucho su testamento está preparado.

"La vejez y la muerte son dos condiciones de las que nadie puede librarse. Eso sí, me aterra llegar a la senectud triste y achacosa. Debe ser terrible."

En una nota relacionada, La historia de Norberto Suárez, actor de 'Papá corazón', quería ser recordado por algo más que una cara bonita. Por eso, se sobrepuso a un accidente automovilístico que le destrozó el rostro y triunfó a pesar de ello. Mira aquí los detalles.

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