Sawyer Sweeten de 'Everybody Loves Raymond': trágicos detalles detrás de su inesperada muerte

Sawyer Sweeten tenía solo 19 años cuando dejó este mundo. El ex niño estrella se convirtió en el centro de atención con su papel en la exitosa serie "Everybody Loves Raymond".

Nadie hubiera pensado que Sawyer Sweeten, el niño actor que se ganó los corazones de miles de fanáticos al interpretar a Geoffrey Barone en "Everybody Loves Raymond", estaba luchando contra sus demonios internos.

UNA TRÁGICA PÉRDIDA

El 23 de abril de 2015, Sawyer fue encontrado muerto en Texas mientras él y su hermano gemelo, Sullivan, visitaban a sus familiares. El joven de 19 años aparentemente murió de una herida de bala en la cabeza. Según múltiples informes, el actor se quitó la vida.

"Lamentamos informar que nuestro querido hermano, hijo y amigo, Sawyer Sweeten, se quitó la vida. Le faltaban semanas para cumplir 20 años. En este momento tan delicado, nuestra familia solicita privacidad y les rogamos que se acerquen a quienes más aman", dijo Madylin en un comunicado.

Sawyer y Suvillan interpretaron hermanos gemelos en la comedia ganadora del Emmy. Su hermana, Madylin Sweeten, interpretó a su hermana Ally en la misma serie.

EL DOLOR DETRÁS DE SU SONRISA

A raíz de la muerte de Sawyer, sus amigos y familiares quedaron profundamente tristes por el hecho de que un niño de aspecto feliz escondiera tanto dolor en su interior.

En una entrevista con PEOPLE, su madre Elizabeth y su padrastro, Jerry Gini, compartieron cómo era el alegre actor.

"Sawyer no era un niño de Hollywood que consumía drogas o que se volvió alcohólico. Era un joven normal que amaba a su Harley-Davidson, los videojuegos, sus mascotas y especialmente a su familia".

Según sus padres, su hijo siempre era feliz y optimista. Sin embargo, notaron que no había sido él mismo durante su última semana de vida.

LAS SEÑALES ESCONDIDAS

Tres meses después de la trágica muerte de Sawyer, su madre Elizabeth se abrió sobre cómo su hijo enfrentó "crisis mentales" durante sus últimos días.

"Lo oi decir cosas que eran delirantes y que no tenían sentido. Había cosas que no veía porque no vivía con él. Le dijo a un miembro de la familia que sentía que no existía. Él ya sentía que no tenía existencia. Entonces, para él, la muerte fue un escape de esa sensación".

Según Elizabeth, todas esas señales eran banderas rojas, pero desafortunadamente no fueron atendidas. No podía hacer nada para detener estos pensamientos.

Después de la muerte de Sawyer, Elizabeth se centró en hacer más felices las vidas de sus otros hijos.

La Línea Nacional de Prevención del Suicidio para España es 900-525-100. Otras líneas internacionales de ayuda al suicida pueden encontrarse en befrienders.org.