Robin Wright: la vida de la estrella de 'Santa Bárbara' y 'Forrest Gump' a través de los años

Desde la proyección que solo dan la pantalla grande y Hollywood el mundo entero se enamoró de ella. Grandes roles ha desempeñado en filmes bastante exitosos, pero así también dramas en su vida.

La madurez con el paso del tiempo la ha convertido en una mujer empoderada. En su adolescencia enfrentó días turbulentos, comenzando por su consumo de LSD a los 15 años de edad, cuando ya tenía un año trabajando como modelo.

Una niñez en la que admite creció muy rápido, pero no fue así en la adultez. Su juventud, además tan cerca del estrellato, llegó a verse opacada por estar bajo la sombra de Sean Penn, con quien estuvo casada varios años según reseña Uppers.

En 1994 fue “Jenny” en la ya icónica película “Forrest Gump” y ganaría el corazón de millones de espectadores siendo la chcia que Tom Hanks deseaba. También es recordada por sus personajes de Kelly Capwell en “Santa Barbara” y Buttercup en “La princesa prometida”.

Sin embargo, en la misma época la sombra de Sean Penn se posaba sobre ella. Era la década de los 90, él venía de ser el exesposo de Madonna y su actitud polémica, como siempre, capturaba los titulares de la prensa del entretenimiento. Especialmente sus problemas de alcoholismo.

Desde que empezara a salir con Robin, los constantes rumores empezaron a correr indicando que él la dominaba y que incluso como actriz era él quién escogía los papeles que ella aceptaba interpretar. Al respecto ella declaró:

“He oído desde hace varios años esas historias de que Sean toma decisiones profesionales por mí, que él es una fuerza poderosa y yo soy apocada... Somos individuos y completamente distintos en nuestras formas de abordar situaciones y gestionar los negocios. Yo le he ayudado en muchas cosas en su vida personal, por eso podría decirse que he 'domesticado a la bestia”.

Estuvieron casados durante 16 años en los que juntos tuvieron dos hijos. Dylan nacida en 1991 y Hopper, a quien recibieron en 1993. Con el matrimonio y la suma del apellido Penn al suyo también vinieron inconvenientes profesionales para Robin.

Solo era elegida para roles de ama de casa, lo que era de hecho algo cercano a la realidad. Como padres los actores habían decidido que no trabajarían ambos de manera simultánea por atender a los niños y como él ganaba mucho más que ella, Wright siempre se quedaba en casa.

Al ganar su segundo Oscar, Sean Penn dio un discurso que resultaría revelador o hasta premonitorio. “La Academia de Hollywood y yo tenemos algo en común. No hemos valorado a Robin Wright como se merece”, dijo el actor. Un año más tarde llegó el divorcio.

Después de la separación, la carrera de la rubia que había conquistado al mundo volvió a despegar hasta llegar a “House of Cards” una de las más exitosas producciones de los últimos tiempos. Y fue con el rol de Claire Underwood que ganó su primer Globo de Oro. Fue entonces cuando habló de sí misma como “una mujer que ha florecido tarde”.

Ha sentido que se ha graduado luego de las experiencias de su vida aunque nunca haya ido a la universidad, de lo que aún se arrepiente.

Sin duda se convirtió en una mujer empoderada que incluso salvó los empleos de 2.500 personas cuando se opuso a que Netflix cancelara “House of Cards” después del despido de Kevin Spacey.

Entre los logros que allí obtuvo se cuentan que empezó a cobrar lo mismo que su coprotagonista masculino, demostrando que su personaje era aún más relevante y querido para el público, y llegando incluso a dirigir varios episodios.

En agosto de 2018 la renacida actriz volvió a casarse, esta vez con Clément Giraudet, ejecutivo de Yves Saint Laurent. Juntos viven en París, Francia.

A pesar del maravilloso resurgir que ha tenido la actriz, momentos en su vida privada siguen generando retos y podría decirse que estos son capaces de recordarle su propia juventud.

En abril de 2018 su hijo menor, Hopper Penn, fue detenido por posesión de drogas. Lo descubrieron cuando la policía lo detuvo por conducir a exceso de velocidad en las carreteras de Nebraska.

El joven hijo de los actores tenía 14 gramos de marihuana, 4 píldoras de anfetamina y 3 gramos de hongos psilocibina.