La dura vida de Edd Byrnes, protagonista de 'Grease': infancia difícil, alcoholismo y depresión

La vida de las estrellas de televisión parece perfecta a los ojos de los espectadores, sin embargo, para muchos de los famosos está lejos de serlo e incluso puede superar la ficción.

Edward Byrne Breitenberger nació el 30 de julio e 1933 en Manhattan, Estados Unidos. Hizo una larga trayectoria como actor y se ganó el corazón del público por su interpretación de Kookie, el joven que hablaba y peinaba el cabello en la exitosa serie '77 Sunset Strip'.

El actor recibió 15.000 cartas de admiradores cada semana y se situó en la lista de los Billboard por su sencillo 'Kokie, Kokie, Lend Me Your Comb", aunque no era un cantante prodigioso.

En 1978, el actor estadounidense le dio vida a Vince Fontaine, el presentador del National Bandstand, el programa de danza en el que Danny y Sandy participaron en la película ‘Grease’. Ese personaje es uno de los más recordados de su carrera.

Sin embargo, no todo en su vida fue color de rosa. De hecho, desde su infancia atravesó momentos difíciles que marcaron su existencia hasta el día de su muerte, el pasado 8 de enero.

Su infancia estuvo marcada por la pobreza y el alcoholismo de su padre, quien apareció muerto cuando el actor tenía 13 años. Edd realizó una serie de trabajos para mantener a su madre y a sus hermanos: zapatos brillantes, entrega de hielo, carbón y periódicos, además, operando una taladradora.

Después, se dedicó a ser acompañante de hombres mayores que él -aunque no era homosexual-, y algunos afirman que uno de sus clientes lo ayudó a llegar a los caminos del cine.

Después de alcanzar la fama, Byrne cayó en el alcoholismo, las drogas y la depresión. Su declive vino acompañado del divorcio, tras casi una década de matrimonio con Asa Maynor, con quien tuvo a su único hijo, Logan.

Estuvo en rehabilitación y después de conseguir la sobriedad, recuperó su carrera. Esta vez con trabajos constantes, pero de perfil más bajo.

El pasado 8 de enero murió en su casa en Santa Mónica, California, a la edad de 87 años. Su hijo Logan Byrne, quien es presentador en San Diego, dio a conocer la noticia a través de las redes sociales.

“Os anuncio con profunda tristeza y duelo el fallecimiento de mi padre, Edd Byrnes. Era un hombre increíble y uno de mis mejores amigos”, comentó su hijo Logan en Twitter.

Y añadió que la historia de su padre es la de un ambicioso joven que condujo de Nueva York a Hollywood, con poco dinero y el sueño de convertirse en alguien de la industria del entretenimiento.

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