El otro lado de la vida del comediante John Goodman: depresión y alcoholismo
Antes de empezar su carrera ya sabía que actuar era lo único que podía hacer y no pensó en nada más que eso. Después de participar en ‘Roseanne’ su carrera subió como la espuma, al igual que su adicción.
En la gran pantalla John Goodman se ve simpático, cercano, parecido a ese amigo de toda la vida con quien puedes sentarte a entablar una amena y jocosa conversación. En la vida real, un hombre de gesto serio y de muy pocas palabras es quien ocupará tu sofá, algo que sin duda evidencia su calidad de actor.
La entrevista que Xan Brooks le hizo en 2012 para hablar de su participación como John Chamber en la película 'Argo' de Ben Afleck, fue particularmente difícil para el entrevistador. Las respuestas salían de la boca del entrevistado con cucharilla y su cara de pocos amigos no hacía más que intimidar al otro ocupante de la sala.
Lo cierto es que hubo un tiempo en que el intérprete de Pedro Picapiedra batalló con el alcohol, y aunque salió de su adicción hace muchos años, fue una batalla muy dura para él.
Antes de empezar su carrera ya sabía que actuar era lo único que podía hacer y no pensó en nada más que eso. Aún así, Brooks dijo estar casi seguro de que sus inicios en la actuación no fueron fáciles, pero John no lo aceptó ni lo negó en ningún momento de la entrevista.
Después de participar en un comercial de Burger King en la década de los 80, Goodman consiguió en 1988 el papel que resultaría decisivo para su futuro: Dan Conner en la serie de comedia 'El retrato de Roseanne Barr', que lograría nueve temporadas.
Desde ese momento todo “fue extraño” para él. "Vi el mundo de manera diferente. Supongo que había una sensación de derecho. La gente me trató de manera diferente y me acostumbré. No es agradable mirar hacia atrás en este momento", admitió.
En una entrevista con Willie Geist de TODAY, el actor de 67 años reveló que el estrés que le producía la producción de Roseanne, la pérdida de su anonimato en consecuencia y su adicción en pleno éxito del programa explotaron en una depresión que casi lo hace que dejara la comedia familiar. Y es que su alcoholismo generó muchos problemas porque llegó a beber en el set y a trabajar ebrio.
SU CARRERA DESPEGÓ Y SU ADICCIÓN LE HIZO CAER
Tras su paso por 'Roseanne', su carrera en la gran pantalla despegó. Interpretó al presidente de los Estados Unidos en ‘The West Wing’ y al rey de Inglaterra en ‘King Ralph’. Realizó cinco brillantes colaboraciones con los hermanos Coen y le dio la voz a James P. "Sulley" Sullivan en la película animada Monsters Inc.
Pero su adicción de años al alcohol ya era irremediable en ese punto y estaba afectando su trabajo. En 2007 ingresó a un centro de rehabilitación.
"Se estaba volviendo demasiado. Fueron 30 años de una enfermedad que estaba pasando factura a todos a mi alrededor y había llegado al punto en que cada vez que lo hacía, se estaba volviendo cada vez más debilitante. Era la vida o la muerte. Era hora de detener”, manifestó a The Guardian.
Pero aunque no bebió más se nota que sigue siendo complicado para él hablar de su adicción y manejar la ansiedad que la abstención aún le provoca. Por eso usa la actuación como distracción, porque le gusta trabajar con buenas personas. Además se aferra a las obras garantes de éxito porque cuando sabe que la película saldrá bien, él no sentirá ansiedad.
En marzo de 2018 la amada serie ‘Roseanne’ regresó al ruedo con sus protagonistas, Rosseane Barr y John Goodman a bordo El recibimiento fue impresionante, pues al menos 18 millones de televidentes se quedaron frente al televisor para ver el nuevo estreno.
Una actriz que participó en esta serie y que sigue viéndose genial aunque han pasado 20 años de su primera transmisión, es Laurie Metcalf, quien hacía de Jackie, la cuñada de John Goodman en ‘Roseanne’.
La mujer de 64 años de edad es una galardonada estrella de teatro y televisión y es famosa por su interpretación Jackie Harris, que le hizo ganar un Emmy. Su hija, Zoe Perry, siguió sus pasos y ahora también es actriz.