Joaquín Sabina fue dado de alta del hospital casi dos semanas después de su desafortunada caída
El icónico intérprete hace gala de una envidiable fortaleza, al recuperarse favorablemente del aparatoso accidente sufrido en escena, hace más de 10 días.
Fuera de peligro tras la caída que sufrió en pleno escenario cuando la luz de un foco le deslumbrara momentáneamente, Joaquín Sabina fue dado de alta el pasado domingo y se encuentra en su hogar, recuperándose.
Aunque salió de las instalaciones del Hospital Ruber Internacional en silla de ruedas como establecen las reglas, Sabina entró por su propio pie en el vehículo, luciendo gafas de sol, sombrero y su cigarrillo falso, e indicó con un gesto en su mano que todo estaba bien.
A Joaquín lo han acompañado sus hijas Rocío y Carmela desde que ingresó, y su compañera desde hace más de 20 años, Jimena Coronado, quien le ha salvado la vida en más de una oportunidad.
NO HAY DOS SIN TRES
Durante el último concierto de la gira “No hay dos sin tres” al lado de Joan Manuel Serrat, Sabina estaba por cantar su éxito “Lo niego todo”, cuando la luz de un foco lo encandiló, haciéndole perder el equilibrio y caer al foso, desde una altura de casi dos metros.
El personal médico del concierto lo atendió de inmediato, y le permitió subir nuevamente al escenario en silla de ruedas para que los fanáticos supieran que todo estaba bien y que los vería muy pronto.
“Estas cosas me pasan solo en Madrid, lo siento muchísimo, me he dado un golpe muy fuerte en el hombro... No tiren las entradas los que quieran venir en mayo, estamos confirmando el día 22 de mayo”, dijo el músico al público presente.
Sin embargo, al ingresar al centro médico, se evidenció que el cuadro era algo más severo, ya que además de una triple fractura en el hombro, tenía un trauma torácico y un hematoma craneoencefálico.
La presencia del hematoma en el lado derecho de su cerebro ameritó una cirugía para evacuarlo y posteriormente pasó cinco días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Su compañero en el concierto, el cantante Joan Manuel Serrat, fue entrevistado por vía telefónica durante la hospitalización de Sabina, y con mucho humor dejó saber que en el hospital estaban deseando que se fuera lo antes posible.
“Se suspendió todo lo que teníamos por delante. No se puede pensar en otra cosa que no sea su recuperación. A mí y a todo el equipo lo único que nos importa es eso, que se recupere y que vuelva a ser el mismo hombre atlético que es”, dijo finalmente entre risas Serrat.