Mari Carmen y sus muñecos: la vida de la famosa ventrílocua después de dejar la televisión

La ventrílocua enfrentó el rumor de su muerte con una entrevista para revelar qué ha sido de su vida tras dejar la televisión con sus cuatro muñecos.

Mari Carmen nació en Cuenca, en 1943. Desde los 16 años se dedicó al mundo del espectáculo como experta en el teatro de guiñol con sus cuatro muñecos: un pato, un león, una anciana y una jovencita.

Desde 1967, la ventrílocua y sus muñecos se empezaron a hacer muy populares en programas de televisión como ‘¡Señoras y señores!’, ‘Aplauso’, ‘Sábado noche’ y ‘Pero ¿esto qué es?’, entre otros.

Nicol, el pato, Daisy, la adolescente, Rodolfo, el león y Doña Rogelia, la anciana sorda, se metieron en el corazón de los televidentes, arrancando sonrisas y momentos divertidos.

Mari Carmen también se destacó como colaboradora en algunos programas y actriz de cine. Fue así como estuvo en su papel más representativo en 1976, ‘La Graduada’, y en ‘Torrente 5’ en 2014.

Tras muchos éxitos en su carrera artística, la ventrílocua favorita de los espectadores desapareció de la pantalla chica. Sin embargo, en 2017, tuvo que regresar por una razón no muy agradable.

En las redes sociales corrió el rumor de su muerte en un hospital de Cuenca, donde habría fallecido en la ruina.

"Me viene genial, me están llamando para galas y muchas entrevistas, les ha salido el tiro…", dijo en ese momento la artista sobre la broma de mal gusto.

Después, Mari Carmen junto a dos de sus muñecos y en su natal Cuenca, concedió una entrevista a la revista Diez Minutos, donde narró que vive en una casa de ensueño en el Puerto de Santa María junto a su familia.

En ese momento tenía entre manos escribir un libro autobiográfico, sin sus muñecos a los que llamó siempre “mis niños”, y una película escrita para ella que llamaría ‘Prohibido Reír’.

Respecto a los rumores de su muerte, contó que una amiga la llamó llorando para avisarle lo que estaba circulando en las redes. Ella habló con su hijo para ponerla al tanto.

No entiende bien porqué se esparció el rumor, pero sí porque dejó de aparecer en televisión. Según ella, algunos humoristas de otras épocas siguen siendo buenos pero no tienen cabida en la televisión.

“Todos los nuevos directivos son chicos muy jóvenes que obedecen órdenes. Al sistema no le interesa que existamos artistas que hagamos pensar al espectador, te manejan y te manipulan”, añadió.

Mari Carmen conserva sus muñecos, los cuida, no deja que nadie los toque. Ama aún lo que hace y vive tranquila en su casa en la que comparte con su hijo, a quien ama con locura y con quien procura una gran relación.

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