La hija de Arévalo, Nuria, padece cáncer: 'Acaba de llegar de su sesión de quimioterapia'
Tiempos difíciles los que les ha tocado vivir a la familia del popular cómico Paco Arévalo, quien recientemente ha compartido con sus seguidores que a su hija le detectaron cáncer a principios de año.
Siempre queriendo hacer feliz a todos, incluso en medio de la pandemia por el coronavirus que mantiene a todos aislados y con mucho temor, él se vale de las redes sociales para trasmitir optimismo y buen humor, incluso cuando la noticia es dura.
“Mi hija Nuria, mi tesoro, acaba de llegar de su sesión de quimioterapia, como siempre sonriendo y me dice 'papá, manda un beso a toda España de mi parte. Diles que son unos valientes y los quiero mucho...'”, escribió Paco en su publicación.
El mensaje lo firman él y su hija, y lo acompaña con una selfie de él sonriendo feliz y su hermosa hija Nuria, quien ya no tiene cabellos pero adorna su rostro con una suave sonrisa.
A sus seguidores les encantó tanto la fotografía como el mensaje, y respondieron con los acostumbrados “me gusta”, así como decenas de mensajes donde expresan el gran cariño que sienten por ambos, y le envían mucho ánimo a su hija Nuria.
“Me encanta, tienes una hija que vale millones”, “Campeona, un beso para ti también”, “Todo una campeona y mejor persona muchos ánimos a los dos”, “Ánimo Campeona, tienes un padre maravilloso”, comentaron con mucho cariño algunos de sus seguidores.
Francisco Rodríguez, de 72 años, conocido artísticamente como Arévalo, ha tenido una vida personal muy dura, aunque nadie lo diría por tanta energía positiva que desborda genuinamente. Actualmente pasa el aislamiento con sus hijos en Valencia.
"He tenido muchas tristezas. He superado la muerte de dos hijos, (un hijo al mes de nacer y el otro a los 26 años) estoy superando la muerte de mi mujer y sobre todo de estos años que ha estado enferma", le comentó Paco a Bertín Osborne en una oportunidad.
Su última pérdida fue la de su esposa Elena, quien sufrió una larga enfermedad y falleció en 2015. Desde entonces, ha vivido con su hija Nuria, de 43 años, a quien se encuentra muy unido.
Nuria ha pasado su vida lidiando con el síndrome de Williams, patología con la cual nació, y ahora recibe este duro diagnóstico, que al igual que su padre, se lo toma con optimismo y fortaleza para afrontar lo que venga.