Madre de Pep Guardiola, Dolors Sala Carrió, fallece víctima del COVID-19

Dolors Sala Carrió, madre del entrenador del Manchester City Pep Guardiola, ha fallecido en Manresa a causa del COVID-19, a sus 82 años. La mujer había contraído la enfermedad días atrás.

En medio de la difícil situación que se vive en España por causa del coronavirus, Pep Guardiola ha tenido que lamentar la muerte de su madre. La señora se encontraba en el grupo etario más castigado por el COVID-19, dado que se trata de una enfermedad que afecta con mayor letalidad a adultos mayores.

La triste noticia ha sido confirmada por el Manchester City, equipo que dirige Guardiola. En un comunicado difundido a través de la red social Twitter, el club informó el acontecimiento y expresó sus condolencias:

“La familia del Manchester City lamentamos tener que comunicar el fallecimiento de doña Dolors Sala Carrió, madre de Pep Guardiola, a la edad de 82 años, a causa del coronavirus.”

El FC Barcelona y el Bayern Munich, equipos que entrenó Guardiola antes de establecerse con el Manchester, también le han acercado sus condolencias. "Querido Pep, todos en el FC Bayern nos condolemos contigo y tu familia", expresó el equipo alemán.

“Desde el FC Barcelona lamentamos la pérdida de Dolors Sala, en estos momentos tan difíciles, y nos sumamos a las muestra de pésame, especialmente para Pep Guardiola, familiares y amigos. Descanse en paz”, expresó la cuenta oficial de Twitter del equipo catalán.

El exjugador había sido de las primeras figuras en reaccionar frente a la pandemia. Se ha involucrado en el financiamiento de proyectos de investigación volcados a encontrar tratamientos y vacunas para frenar la enfermedad.

Dos semanas atrás había donado un millón de euros a la Fundación Ángel Soler Daniel, que gestiona el Colegio de Médicos de Barcelona, destinados a la producción y compra de equipamiento sanitario para combatir el COVID-19.

Pocos días atrás, el entrenador compartía en la cuenta oficial del Manchester City un breve video en inglés en el que alentaba a su “familia futbolística” a ser fuertes y permanecer en sus casas. Decía allí:

“Extrañamos el fútbol. Extrañamos la vida que teníamos hace unos días. Pero ahora es tiempo de escuchar. De seguir a nuestros científicos, doctores y enfermeros.”

Y cerraba: “Sois mi familia futbolística, y vamos a hacer todo lo posible para que se sientan mejor. Volveremos de esto más fuertes. Mejores. Más amables. Y un poco más gordos. Quedaos en casa, permaneced seguros.”