El COVID-19 no es el único problema: las farmacias se convierten en el objetivo de los ladrones

Aunque los empleados farmacéuticos se mantienen en alerta ante la oleada de atracos, siguen al pie del cañón atendiendo las necesidades de su clientela durante la cuarentena.

Parece que en estos tiempos las farmacias son de los lugares más peligrosos para trabajar, pues no solo se exponen al virus atendiendo a un considerable flujo de personas en plena pandemia, sino que ahora también deben lidiar con el creciente número de delincuentes que las eligen para atracarlas.

UN TRABAJO DE ALTO RIESGO

Ante las circunstancias, muchas farmacias se han visto en la necesidad de atender a sus clientes a través de ventanillas, pues no solo luchan contra el COVID-19, también tienen que enfrentar a los ladrones que ya no pueden hacer vida del ritmo cotidiano de las ciudades y que ahora buscan hacerse con el contenido de las cajas registradoras de estas tiendas.

"Muchos son yonquis y carteristas, totalmente imprevisibles, que nos increpan a punta de navaja", comentó una empleada de una botiquería en Madrid, donde los dueños de las tiendas han tenido que crear un grupo de WhatsApp para estar alerta ante la oleada de hurtos que se han presentando en las últimas semanas.

A PUNTA DE CUCHILLO Y PISTOLA

En Barcelona se vive una realidad similar; incluso se ha notificado que los delincuentes han llegado a robar en varias oportunidades el mismo establecimiento. "Cuatro al día" habló con las encargadas de una farmacia que ha vivido dos atracos en lo que va de cuarentena.

“Me estaba poniendo los guantes cuando entró un hombre con una pistola y me dijo que le diera el dinero que había en la caja”, declaró la empleada víctima del preocupante episodio.

¿USAN EL COVID-19 COMO ARMA?

Mientras en la capital los crímenes son perpetrados por parejas de atracadores en las que mientras uno pide un medicamento, el otro amenaza al encargado por el dinero, en la Ciudad Condal optan por un método más agresivo.

Un vídeo de seguridad de una tienda catalana muestra cómo un hombre entró al local empujando a la empleada al piso para ir hasta el mostrador y hacerse con el contenido de la caja registradora. Aunque se desconoce si el atracador usó su estado de salud como arma, Cuatro reporta que dio positivo para COVID-19 y que la chica ahora está en cuarentena.

Sin dudas, este brote pandémico está sacando a relucir rasgos específicos de la naturaleza humana, y mientras unos reflejan los matices más oscuros, los empleados farmacéuticos, el personal sanitario y otros héroes que permanecen en el anonimato, sacan a relucir la fuerza y la valentía que afortunadamente todavía existe en este mundo. A ellos, mil gracias.