Médico come solo en el patio para no infectar a su familia con coronavirus

Son muchos los profesionales de diferentes áreas que se han mantenido trabajando en medio de la pandemia por el COVID-19, con una mayor exposición y riesgo de contagiarse y poner en peligro a su familia.

En México, país donde el número de casos confirmados positivos al coronavirus sobrepasa las 14.000 personas, con 1.351 fallecimientos, los riesgos de la población activa laboralmente es muy alta, y algunos sanitarios, como el Dr. Martínez, optan por practicar el distanciamiento con su familia.

“El médico del Hospital Nogales, Javier Martínez, come fuera de su casa antes de regresar al trabajo, mientras practica el distanciamiento social para proteger a su familia del coronavirus, en Ciudad Juárez, México”, dice la publicación de Twitter de la agencia Reuters.

En la imagen, el profesional de la medicina se sienta en una mesa improvisada en la entrada de su casa, a donde le espera su almuerzo cada día, mientras el resto de la familia lo observa desde la puerta y conversan con él.

Al terminar su comida, el doctor simplemente se regresa a su trabajo en Chihuahua, ciudad con 240 casos confirmados positivos a COVID-19, y 57 personas fallecidas, por lo cual ocupa el octavo lugar del país en cuanto a estadísticas de la pandemia.

La publicación de Twitter generó una oleada de comentarios positivos y de apoyo hacia la actitud de este sanitario, quien antepone la salud de su familia a su propia comodidad, prefiriendo comer prácticamente en la calle, por proteger a los suyos.

Actualmente, México se encuentra en la fase tres de la pandemia por el COVID-19, lo que significa que el número de contagios asciende en forma muy rápida, las hospitalizaciones se disparan peligrosamente y la curva está llegando a su punto máximo, donde los sistemas sanitarios del país corren el riesgo de saturarse.

Otros trabajadores han tomado medidas similares, como el policía José Antonio López, quien decidió mudarse a una caravana que instalo en el patio de su casa, y de esa manera no ha entrado a su hogar donde vive su pequeña hija que sufre de diabetes en más de un mes.