María Travia: la musa y el gran amor del famoso compositor Ennio Morricone

Ennio Morricone, ganador del Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020, compartió gran parte de su vida con su esposa María Travia.

Ennio Morricone, considerado como uno de los grandes titanes de la música de cine, partió de este mundo a la edad de 91 años en Roma, Italia. En vida fue conocido por haber compuesto la banda sonora de más de 500 filmes y series de televisión.

Sin embargo, el compositor no hubiese conseguido el éxito sin la ayuda de su adorada esposa, María Tranvia, quien fue parte fundamental de su proceso creativo.

CÓMO SE CONOCIERON

Morricone conoció a la mujer que se convertiría en su musa en Roma, en 1950. En entrevista con el Corriere della Sera, Ennio contó que María era amiga de su hermana Adriana y que fue ella quien los presentó.

Fue amor a primera vista para el músico, quien quedó totalmente prendado de aquella joven, pero ella no quería ir tan de prisa. No obstante, fue la desgracia lo que los uniría para siempre.

ACCIDENTE DE TRÁFICO

María estuvo en un accidente de tránsito mientras manejaba el automóvil de su padre, por lo que pasó varias semanas en cama. Morricone no se separó de su lado durante su recuperación. De ese modo, se ganó el corazón de Tranvia.

Seis años después de aquel grave accidente, sellaron su amor para siempre con una boda el 13 de octubre de 1956. Poco después, la pareja tuvo a su primogénito, Marco. Para aquel entonces, Ennio seguía siendo un músico desconocido.

FORMARON UNA FAMILIA

Sin embargo, su carrera comenzó a despuntar cuando tuvo a su segunda hija Alessandra en 1961. El compositor debutó en el cine con la película 'El Federal' de Luciano Salce.

Su tercer hijo, Andrea, también llegaría junto a un nuevo éxito musical. Ese mismo año, el músico italiano colaboró por primera vez con Sergio Leone.

DISCURSO DE AGRADECIMIENTO

Cuando nació su cuarto hijo, Giovanni, Morricone ya era considerado una estrella de las bandas sonoras. En 2007, el afamado compositor recibió un Oscar Honorífico. En su discurso de agradecimiento, dedicó unas palabras a su esposa.

"Es un acto de justicia. Mientras yo estaba componiendo, ella se estaba sacrificando por la familia y nuestros hijos", afirmó Morricone.

"Vivir con alguien que hace mi trabajo no es fácil. Atención militar. Horarios férreos. Días enteros sin ver a nadie. Soy un tipo estricto, primero conmigo mismo, y en consecuencia con los que me rodean", añadió.