Jackie Kennedy y su traje rosa que marcó la historia de los EE.UU.
La entonces primera dama de los Estados Unidos marcó la historia al lucir su vestido rosa de Chanel manchado de sangre.
El 22 de noviembre de 1963 estuvo marcado por la tragedia, ya que el presidente John F. Kennedy recibió un disparo mientras iba en una limusina en Dallas. Su esposa, Jacqueline Kennedy, iba al lado de él.
Aunque era la primera dama de aquel país, Jackie solía mantenerse alejada de la política. No obstante, se convirtió en la inesperada protagonista del panorama político internacional el día del asesinato de su marido. Todo gracias a un vestido rosa.
John F. Kennedy y su esposa Jackie en Love Field el día del asesinato del presidente. | Foto: Getty Images
EL MAGNICIDIO
Ningún atuendo es más representativo de Jackie que aquel traje rosa, descrito a menudo como Chanel. Lo cierto es que el mítico vestido era en realidad una réplica autorizada fabricada en Nueva York.
Tras el atentado, testigo dicen que la primera dama abrazó a John de camino a Parkland Memorial Hospital. Lyndon B. Johnson, vicepresidente de Kennedy, pudo ver como Jackie se encontraba tumbada sobre el cuerpo del mandatario.
Antes del asesinato, John F. Kennedy, Jacqueline Kennedy y el gobernador de Texas, John Connally en de Dallas, Texas. | Foto: Getty Images
ÚLTIMOS MOMENTOS DE KENNEDY
La preocupada mujer tuvo que separarse de su marido mientras los médicos intentaban salvarle la vida. No obstante, regresó al lado de Kennedy y se arrodilló en el piso para rezar por un milagro.
Lamentablemente, no quedaba mucho por hacer. Debido a la gravedad de sus heridas, un sacerdote ofreció los últimos ritos al presidente, que murió ese mismo día a la 1:00 pm.
John F. Kennedy y Jacqueline Kennedy en una limusina descapotable el 22 de noviembre de 1963. | Foto: Getty Images
SE NEGÓ A CAMBIARSE
La devastada viuda se mantuvo al lado del ataúd de Kennedy mientras se dirigían hacia el Air Force One. Una vez en el avión, se lavó la cara y encontró un cambio de ropa.
Según la cita de Biography, contó a la revista Life: "Un segundo después, pensé, '¿Por qué me lavé la sangre?' Debería haberla dejado allí; dejarles ver lo que han hecho".
Lyndon B. Johnson toma posesión de la presidencia a bordo del Air Force One en Dallas, Texas. | Foto: Getty Images
EL DOLOR DE UNA VIUDA
Por tal razón mantuvo su vestimenta ensangrentada horas después del asesinato de este, dejando su imagen en la memoria colectiva como un símbolo de dolor y entereza emocional.
Según los historiadores, Jacqueline ella era toda una fabuladora. Ella sabía muy bien que una imagen vale más que mil palabras, por lo que se negó a quitarse su traje aquel nefasto día.
John F. Kennedy con su esposa en un desayuno de la Cámara de Comercio, el 22 de noviembre. | Foto: Getty Images
PROTAGONISTA DEL SIGLO XX
De acuerdo a Vanitatis, se le ofreció la opción de bajar del avión sin ser fotografiada, a lo que respondió tajantemente: "Saldremos de la manera habitual. Quiero que vean lo que han hecho".
Con ello, Jackie logró mostrarle al mundo el trauma personal de una mujer que acababa de enviudar. Fue esa puesta en escena lo que la convirtió en un rostro protagonista del siglo pasado.
John F. Kennedy y Jackie con un ramo de rosas, justo después de su llegada al aeropuerto en Dallas. | Foto: Getty Images
UN ATUENDO HISTÓRICO
El traje se convirtió en sinónimo del estilo de quien fuera un ícono de la moda estadounidense. El traje frambuesa estaba fabricado en lana bouclé, tenía doble botonadura y cuello azul marino.
La primera dama lo combinó con un coqueto sombrero pillbox del mismo color y guantes blancos.