Boda de Maradona y Claudia Villafañe: vestido con 800 cristales, torta de 8 pisos y Fidel Castro como invitado

Tras la lamentable noticia del fallecimiento del astro del fútbol, recordamos uno de los momentos más importantes que marcaron su vida.

La boda de Diego Maradona con Claudia Villafañe fue uno de los eventos más llamativos y polémicos del exdeportista recopilados en el largometraje que la productora de cine Avalon estrenó en julio de 2019.

El 7 de noviembre de 1989 en horas de la tarde, el exdelantero argentino contrajo nupcias con su novia de diez años, con quien tuvo dos hijas en común, en una extravagante y majestuosa ceremonia por la que pagó una fortuna.

DETALLES DEL EVENTO

Fue una de las bodas más inolvidables y tuvo lugar en la Iglesia del Santísimo Sacramento de Buenos Aires, donde se reunieron deportistas, celebridades y personalidades de la política como Fito Páez, Alfredo di Stefano y Fidel Castro, entre otros.

A pesar de que la pareja había manifestado que deseaba una fiesta de boda común, el evento terminó costando dos millones de dólares, lo que generó críticas de la prensa debido a que Argentina estaba pasando por una grave crisis económica.

A pesar de haber sido una celebración muy comentada, rodeada de despilfarro, alcohol, música y polémica, en aquella ocasión hubo mucho hermetismo, por lo que la prensa no tuvo acceso al evento, según reseñó Vanity Fair.

EL VESTIDO DE NOVIA

El atuendo que usó Claudia Villafañe para el inolvidable evento era digno de una reina. El coro sacro entonaba el Ave María mientras la novia hacía su entrada triunfal, usando un impresionante vestido diseñado por Elsa Serrano.

El majestuoso traje estaba confeccionado con materiales de la más alta calidad, fabricados por las compañías más reconocidas de Europa.

El diseño llevaba una extensa cola y manga larga, además de 1.500 piedras preciosas, 800 cristales de roca y 5 kilos de canutillos de cristal procedentes de Francia. Para complementar el asombroso traje, la novia usó una tiara fabricada con oro blanco, perlas y diamantes.

El lujo y la opulencia no solo abarcaron el vestido de la novia, pues, según indicó Vanity Fair, Diego Maradona le había hecho una promesa a su novia: una pomposa celebración.

LUGAR DEL FESTEJO

El escenario que la pareja eligió para llevar a cabo el festejo fue el estadio cubierto Luna Park, un espacio que varias personalidades destacadas, de la talla de Frank Sinatra, el papa Juan Pablo II y Liza Minelli, habían utilizado con anterioridad.

Miguel Ernesto Caldenley, escenógrafo de la televisión argentina, fue quien diseñó la transformación que se realizaría a la instalación deportiva para convertirla en un ostentoso salón de fiestas.

El arquitecto de la fiesta había diseñado un majestuoso espacio para los recién casados. Del techo colgaba una imponente araña central que medía seis metros de alto y tenía 12.000 bombillas. Además, el piso estaba enmoquetado en gris.

Mauricio Macri, quien era directivo de Sevel en aquel momento, Carlos Menem, el presidente de Argentina en aquel entonces, Fidel Castro, el actor Carlos Calvo, el productor Hugo Sofovich, Sergio Denis y Fito Páez, estaban entre los 1.200 invitados a la boda.

Alfredo di Stefano y toda la plantilla del Napoli, equipo para el cual jugaba Maradona en aquella época, y quien fue su mánager, Guillermo Coppola, también estaban entre los asistentes al evento.

Tras la ceremonia religiosa, el fallecido exdelantero y su esposa entraron al majestuoso lugar de su festejo a la medianoche, mientras sonaba el Himno de la Alegría de Beethoven y Aleluya de Haendel.

Dos horas más tarde, se sirvió un ostentoso buffet con canapés de caviar, trucha, salmón ahumado, jamón serrano, palmitos, langostinos, y no podía faltar una mesa de quesos.

UNA ENORME TARTA DE BODAS

Posteriormente llegó el momento de cortar el enorme pastel de ocho pisos, apoyado sobre un pedestal y decorado con 100 cintas blancas colgantes con anillos para las solteras de la fiesta.

Una de las cintas era especial, pues sujetaba un anillo con diamantes y las otras 99 cintas sujetaban 99 anillos de oro amarillo. La afortunada que se llevó el aro con brillantes fue Cali (Claudia), la hermana menor de Diego Maradona.

Los mejores DJ de la época fueron los encargados de la música. El épico evento también fue el escenario de una pelea, cuyo protagonista fue Gabriel "La Morsa" Espósito, uno de los cuñados del astro de fútbol.

Por otra parte, Claudia Villafañe eligió una costosa y extensa lista de regalos de boda, entre los cuales había vajillas de unos 4.000 dólares, una cabeza de caballo tallada en cristal valorada en 11.000 dólares o cinco botellas de Venini en miniatura.

Tras la desenfrenada celebración, Diego Maradona y su esposa partieron del estadio a las 7 de la mañana y, un poco más tarde, abordaron junto a sus hijas y un pequeño grupo de amigos un jet privado con destino a Capri.