Recordando el misterioso caso del ombligo de un oso dibujado en la nieve

El ombligo del oso fue un tema fascinante para miles de usuarios en las redes sociales, quienes no dudaron en crear muchas teorías para resolver la intriga.

En tiempos nevados es casi una obligación dibujar figuras sobre la nieve, pero en Montreal un curioso oso recreado en el canal Lachine se convirtió en obsesión para algunos.

¿¡CÓMO LO HICIERON!?

La foto de un oso gigante dibujado sobre agua congelada causó sensación en 2019, pues por sus dimensiones nadie se explicaba cómo alguien pudo haber hecho el ombligo sin dejar huellas.

La responsable de haber subido la imagen en Twitter fue la periodista Kate MacKenna, quien intrigada publicó la noticia en el informativo de CBC Montreal, buscando que alguien respondiera el intrigante método que usaron para darle el toque final al oso.

MILES DE TEORÍAS LLEGARON

La presentadora del noticiero recibió muchas teorías para explicar el fenómeno. Algunos dijeron que el ombligo lo dibujaron con drones, otros pensaron que la marca ya estaba antes de que el oso fuese dibujado. Pero la respuesta fue mucho más sencilla.

MacKenna explicó que tras el revuelo que causó el misterio del ombligo, la persona responsable de haber dibujado el animal se puso en contacto con la producción del informativo para resolver la gran duda.

Joven pensando frente a su laptop. │Foto: Freepik

¡VAYA PUNTERÍA!

Si bien el caso incluso generó teorías por parte de varios ingenieros, la periodista explicó que la autora de la obra confesó que su método para hacer el ombligo consistió en tener una puntería muy buena.

Valérie Duhamel, la artista, se comunicó con CBC Montreal para decirles que lanzó cinco bolas de nieve desde un extremo del oso para formar el ombligo.

Mujer preparando una bola de nieve entre sus manos. │Foto: Freepik

¿Y LA CARA?

No cabe duda que el ingenio de Duhamel puso a pensar a más de uno. Aunque ya se sabe cómo se hizo el ombligo, seguro muchos quedaron con la duda de cómo hicieron la cara.

La sorpresiva nevada que inauguró el año para los madrileños puede ser un excelente laboratorio para explorar las técnicas que la artista canadiense pudo haber utilizado para crear al oso, que aunque duró apenas 24 horas plasmado, aún es recordado por su misterioso ombligo.

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