Los dramas de Gary Oldman: cuatro divorcios, su lucha contra la adicción al alcohol y acusaciones de maltrato

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Gary Leonard Oldman es un destacado actor, director de cine, guionista y productor inglés. En su larga trayectoria artística ha ganado tres BAFTAs, un premio Saturno, un Globo de Oro y un Óscar por su papel de Winston Churchill en 'Darkest Hour'.

Tras cinco matrimonios, su lucha contra la adicción al alcohol y un premio Óscar a Mejor Actor, Gary Oldman se mantiene en la cima de Hollywood.

CINCO MATRIMONIOS

La vida amorosa de Gary Oldman ha sido bastante movida, pues se ha divorciado en cuatro ocasiones. Su primera esposa fue Lesley Manville, actriz que interpretó a la princesa Margaret en la quinta temporada de 'The Crown'.

Se casaron en 1987, pero se divorciaron en 1990. Juntos tuvieron un hijo llamado Alfie en 1988. Cuando el bebé tenía tres meses, el actor dejó a su esposa por la actriz Uma Thurman, con quien contrajo matrimonio el 1 de octubre de 1990.

Aquel matrimonio solo duró once meses y, según las malas lenguas, la protagonista de 'Kill Bill' lo dejó por Robert de Niro a través de una carta. "Solo un tipo especial de mujer podría aguantarlo", declaró Thurman según Uppers.

En 1996 inició una relación con Donya Fiorentino, a quien desposó el 16 de febrero de 1997. Tuvieron dos hijos llamado Gulliver y Charlie, pero pese a ello, el matrimonio llegó a su fin en 2001.

En 2007 comenzó a salir con Alexandra Edenborough, quien se convirtió en su cuarta esposa el 31 de diciembre de 2008. Al igual que sus enlaces previos, este tampoco sobrevivió al caótico temperamento del actor. Se divorciaron en 2015.

Poco después conoció a la escritora y curadora de arte Gisele Schmidt, su actual esposa desde septiembre de 2017.

ALCOHOLISMO FEROZ

Gary ha confesado que empezó a beber debido a aquella idea romántica del alcoholismo que evocaban sus grandes ídolos (Richard Burton, John Barrymore). Pero su forma de beber pronto se descontroló, lo que le llevó a atracones de cuatro días en lujosos hoteles.

Su adicción era tan fuerte que llegó a beber dos botellas de vodka al día. También tuvo una larga juerga de 70 días ininterrumpidos que le puso la lengua negra. En ese entonces supo que tenía que detenerse y en 1995 se unió a Alcohólicos Anónimos.

El actor logró vencer su dependencia al alcohol, pero sus experiencias le sirvieron para interpretar al guionista alcohólico Herman J. Mankiewicz. Su papel en 'Mank' lo llevó a reflexionar sobre su enfermedad.

“Existe ese viejo dicho: los alcohólicos son ególatras con baja autoestima. Tienes toda esa grandiosidad, pero en realidad te estás muriendo por dentro", expresó según The Mirror.

DENUNCIAS DE MALTRATO

Luego de ganar un Óscar al Mejor Actor por su papel de Winston Churchill, la repentina atención de los medios se enfocó en su lado oscuro: su pasado. Varios medios de comunicación recordaron las acusaciones de su exesposa Donya Fiorentino.

Ella lo acusó de haberla golpeado con un teléfono en una solicitud de divorcio en 2001. El episodio habría ocurrido frente a los niños de la pareja. Oldman negó todas las acusaciones y sostuvo que se trataba de puras mentiras y medias verdades.

El protagonista de 'Bram Stoker's Dracula' aseguró que su ex era una mentirosa compulsiva, alcohólica y drogadicta. El juez dictó a su favor y le concedió la custodia al actor.

Su hijo Gulliver Oldman salió a defender a su padre y criticó a los medios de comunicación por haber resucitado aquella historia.

"En mi opinión, es repugnante que los llamados 'periodistas' hayan considerado oportuno difundir y perpetuar la mentira", escribió el joven en una carta según Chigago Tribune.

Gulliver aclaró que si bien no mantiene contacto con su madre, no buscaba hablar mal de ella. Sin embargo, reveló que tanto él como su hermano han jugado el papel de peón en los desesperados intentos de su madre de dejar mal al actor.