Paz Padilla habla con sinceridad de la dura pérdida de su esposo: "No culpo a nadie"
La presentadora le dio el último adiós al amor de su vida hace ocho meses, tras una dura batalla contra un tumor cerebral.
Paz Padilla se convirtió en un referente de integridad y aplomo por la forma como enfrentó la muerte de su esposo, Antonio Juan vidal.
Ella se ha sincerado en una entrevista con Lecturas para expresar que su fortaleza no tiene ningún secreto más allá de la voluntad y el amor por la vida.
La gaditana ha contado que, como cualquier otra persona, experimenta bajones de ánimo y tiene claro que la muerte de su marido es algo que no podrá superar.
"Lloro, me pongo a llorar y llorar (...) No culpo a nadie, porque todos vamos a morir. Él se ha ido antes", confesó.
No obstante, ella ha seguido trabajando y cosecha grandes éxitos fruto del esfuerzo que ha hecho durante todo este tiempo de tormentas emocionales.
El último reto que le ha presentado la vida a la colaboradora de televisión ha sido superar el contagio de covid-19. En este momento, ella se encuentra en cuarentena en su hogar.
Después de enviar un mensaje tranquilizador a su público diciendo que se encuentra bien y que Anna, su hija, salió negativa en el examen de coronavirus, Paz compartió una bella foto para recordar que Antonio Juan aún está a su lado.
En la imagen se puede ver a la presentadora andaluza en los brazos de su marido. En el fondo los acompañó un atardecer en la playa de Zahara de los Atunes, su nido de amor y el lugar donde se conocieron.
La pareja compartió una hermosa historia de amor desde la adolescencia, que terminó por la fama de Padilla. Ella piensa que la vida los tenía para estar juntos hasta que la muerte los separara, por eso los reunió años más tarde para vivir su idilio de amor.
Paz ha dicho que el aprendizaje más grande que le dejó su tiempo con el abogado fue aprender a amar, pues eso fue lo que ella más recibió de él,
La presentadora cree que volvió a la vida de Antonio Juan para acompañarlo a irse del mundo con amor. Así lo hizo y el día de su muerte, el abogado estuvo en sus brazos hasta el último suspiro.