La suerte del piso que Juan Gabriel habría dejado como herencia a Isabel Pantoja
El apartamento del "Divo de Juárez" cuenta con siete habitaciones, cada una con balcón, cocina, despensa, baño y un hall. Todo distribuido en una superficie de 231 metros cuadrados.
La amistad entre Isabel Pantoja y Juan Gabriel fue una de las más sonadas en su momento, pues los cantantes compartieron más allá de lo artístico. Según informes, el mexicano hizo a la tonadillera de una exclusiva propiedad en Chueca para ayudarla a equilibrar su situación económica.
LA HERENCIA DE JUAN GABRIEL
Cuando el ídolo mexicano murió en 2016, dejó una herencia que generó una batalla despiadada entre sus hijos, quienes hoy por hoy siguen disputándose el patrimonio del cantautor.
Sin embargo, aparentemente, Pantoja también recibió beneficios del "Divo de Juárez", quien nunca le ocultó el gran amor incondicional que sentía por ella. Es por ello que le dejó un piso en el centro de Madrid que hoy estaría valorado en más de un millón de euros.
UN ALIVIO A SU ECONOMÍA
El piso ubicado en Chueca cuenta con siete habitaciones, siete balcones, baños, cocina, despensa y un salón, distribuidos en una superficie de 231 metros cuadrados. De acuerdo a El Español, el artista compró el apartamento en el año 2000 con una hipoteca para pagar en 300 meses.
El pago total del inmueble ubicado en el edificio construido en 1920, sería en 2025. Según el medio español, el dueño sigue siendo Juan Gabriel, algo que llama mucho la atención, pues Iván, su único heredero e hijo biológico, no se ha hecho cargo del papeleo correspondiente.
LOS IMPUESTOS IMPAGOS
De acuerdo al informe de Lecturas, los impuestos que Iván Aguilera o que su madrina, Isabel, estaría enfrentando por el piso superan los 350.000 euros.
Por su parte, El Periódico reflejó que aunque ninguna de las partes han confirmado a quien le ha sido legada la vivienda, Agustín Pantoja dijo en su momento que, en efecto, es un regalo para su hermana.
QUEDÓ SORPRENDIDO
Durante su estadía en México, Agustín constató sorprendido que Juan Gabriel le había obsequiado la propiedad a la tonadillera para que saldara las deudas que en aquel entonces la estaban ahogando.