Joven de 21 años muere a causa de contener la respiración bajo el agua demasiado tiempo

El apreciado y exitoso estudiante y atleta Joseph Pedrotti falleció repentinamente, al intentar contener la respiración mientras hacía un recorrido bajo el agua.

Las vacaciones de primavera estaban por llegar a su final cuando un grupo de jóvenes, estudiantes del último año de la universidad, decidieron pasar el rato en la piscina del hotel en Panamá City Beach, en Florida.

Cerca de la medianoche del 30 de marzo, Joseph Pedrotti apostó con el grupo que podía nadar por debajo del agua por todo el perímetro de una isla ubicada dentro de la piscina, sin salir a tomar aire.

Apenas un minuto después, los chicos vieron el cuerpo de Joseph flotar boca abajo: estaba inconsciente. De inmediato lo sacaron del agua e intentaron aplicarle resucitación cardiopulmonar mientras esperaban a los paramédicos.

La ambulancia lo trasladó de emergencia al hospital, pero su estado era crítico. Sin recuperar nunca la consciencia, Joseph falleció el 2 de abril.

El primogénito de 21 años de la familia Pedrotti era un joven adornado de muchas cualidades y grandes planes para el futuro, que se truncaron por desconocer el riesgo que corría al contener la respiración debajo del agua.

Por eso, su familia incluyó en el obituario información sobre la causa de la muerte de Joseph, alentando a todos a averiguar más sobre qué hacer, cómo evitarlo, y a compartir ese conocimiento.

SÍNCOPE DE LAS AGUAS SUPERFICIALES

Según el parte médico, Joseph sufrió de un cuadro que se conoce con el nombre de “síncope de las aguas superficiales”, y es debido al hecho de haber contenido la respiración debajo del agua mientras nadaba.

“Lo que sucede es que consumen tanto oxígeno que no queda suficiente en el torrente sanguíneo para mantenerlos conscientes y se desmayan en el agua”, dijo el experto Tom Griffiths, según recoge ABC 7 Chicago.

Aparentemente, los bajos niveles de oxígeno y de dióxido de carbono le envían una señal al cerebro para que bloquee la orden inconsciente de respirar, por lo que el posterior ahogamiento ocurre casi de inmediato.

Y la consecuente falta de oxígeno en el cerebro produce un daño irreversible en el tejido cerebral, por lo que la muerte ocurre en la mayoría de los casos.

Contrario a lo que se pudiera pensar, este cuadro clínico suele suceder en nadadores experimentados, que son justamente los que se arriesgan a contener la respiración por tiempos prolongados mientras nadan.