Murió un cachorro de 16 meses tras comerse una mascarilla tirada en la calle

La familia de Oscar no logra asimilar aún que su cachorro haya fallecido tras haberse comido una mascarilla. Ahora quieren enviar una voz de alerta al respecto.

Son incontables las consecuencias que ha traído la pandemia. El uso generalizado de las mascarillas para evitar el contagio con el covid-19 ha generado graves problemas en el entorno.

Al ser desechadas en forma inapropiada luego de su uso, se han identificado algunos problemas ambientales, principalmente en aves y peces. En esta oportunidad, la víctima fue un cachorro canino de 16 meses.

Oscar, el perrito de una familia de Chester, Inglaterra, rebosaba energía el pasado domingo 18 de abril cuando salió de paseo con el esposo de Emma Paul. En horas de la tarde su conducta cambió significativamente. Estaba decaído y rechazó la comida, algo inusual en él.

La mañana del lunes lo encontraron totalmente inmóvil, casi agonizando, y de inmediato llamaron a los médicos veterinarios. En un principio, se sospechó de una intoxicación, por lo que comenzaron a hidratarlo.

Pero ante la falta de respuesta, recomendaron trasladarlo de emergencia al hospital veterinario de Chester Gates, donde luego de algunos exámenes de sangre y radiografías abdominales, se evidenció una hemorragia gastrointestinal, anemia y un cuadro séptico.

De inmediato se le inició una transfusión de sangre y antibióticos, y a primera hora del miércoles ingresó a quirófano.

Ahí pudieron determinar que Oscar se había comido una mascarilla y el alambre que da estabilidad sobre el puente nasal, había perforado sus intestinos.

Por la gravedad de los daños, los médicos veterinarios no pudieron salvar la vida del pequeño cachorro de Cocker Spaniel, el cual murió ese mismo día.

“Fue un shock total y también sentimos ira, porque hay mucha basura. Mi marido salía todas las mañanas con él con un recogedor de basura y recoge todo tipo de cosas”, expresó Emma con sentimiento, según recoge Daily Mail.

TOMAR CONCIENCIA

Aunque ya no es posible hacer nada por Oscar, la familia quiere iniciar acciones que impidan que en un futuro algún otro animalito sufra por la desidia de quienes contaminan botando sin responsabilidad la basura en cualquier lugar.

Por ahora, han compartido su historia y han puesto carteles en Duke’s Drive con mensajes que insisten en botar la basura en los lugares adecuados.