Su esposa se cansaba mucho por la artrosis, así que le construyó un banco a mitad de camino

En España, un hombre frustrado ante la inacción de las autoridades tomó cartas en el asunto y construyó una banca a su esposa para reposar durante sus caminatas.

La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad degenerativa que afecta a millones de personas, sobre todo de la tercera edad. En AmoMama, te contamos cómo la artrosis deformó los dedos de Ana Pastor.

También te hablamos sobre la vida de Mario Vaquerizo, el marido de Alaska, tras dos años viviendo con artrosis. El día de hoy, te contamos la historia del dulce gesto de un anciano con su pareja que sufre de artrosis.

Todo sucedió en A Estrada, Pontevedra. Hace más de un año, Manuel Souto le pidió al ayuntamiento local que pusieran bancos en la calle de su barrio, donde suelen pasear muchas personas de la tercera edad.

La esposa de Manuel, María Souto, tiene 79 años y padece artrosis. Los paseos son muy buenos para su salud, pero la artrosis la obliga a descansar a menudo en el trayecto. También necesita un bastón.

Más de dos kilómetros de la vía no tienen ningún tipo de mobiliario urbano, por lo que los ancianos no pueden reposar en la zona. Frustrado por la inacción del ayuntamiento, Manuel decidió tomar cartas en el asunto.

Fue a una ferretería cercana a su hogar y compró clavos y madera. En menos de una hora, Souto había construido un banco perfecto para que su esposa pudiese descansar en sus paseos.

Manuel se encargó de coordinar con el dueño de un establecimiento a medio camino en el trecho que recorre con su mujer a diario. El hombre accedió, y esa misma noche Souto instaló el banco.

Manuel se dedicó a la carpintería profesionalmente por años, por lo que sabía exactamente cómo proceder. María quedó encantada al ver el gesto de su esposo.

"Me dio un abrazo y un beso", expresó el anciano en declaraciones a NIUS Diario.

El banco está destinado a todas las personas de la tercera edad que pasean por esta calle de A Estrada todos los días. Pero no todos los ancianos tienen la capacidad de construir sus propios bancos.

Es importante que las autoridades atiendan este tipo de llamados de la comunidad con la celeridad adecuada. Son simples adiciones al escenario urbano, pero significan grandes mejoras a la calidad de vida.