Perdió a su bebé y casi muere: el hotel donde hacía cuarentena se negó a llevarla al hospital

Una angustiada mujer quiere justicia después de que abortó a su bebé y estuvo a punto de perder la vida mientras estaba en cuarentena en un hotel de Londres.

El pasado 10 de junio, Amna Bibi, su esposo y su familia habían llegado a Londres desde Pakistán. Según las reglas del gobierno del Reino Unido, cualquiera que llegue a la ciudad desde un área de viaje de la lista roja debe ponerse en cuarentena.

Esto debe llevarse a cabo en una instalación hotelera especial durante 10 días. La mujer tenía 34 semanas de embarazo cuando llegó al hotel O2 Intercontinental en Greenwich. Más detalles abajo.

LA MADRE QUIERE JUSTICIA

Amna dijo que estaba sufriendo de una hinchazón, dolor y dificultad para respirar durante su estadía en el lugar. Había viajado al hospital para chequeos antes de que los paramédicos le impidieran ir a hacerse una ecografía vital.

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Estos eran empleados del Departamento de Salud y Atención Social (DHSC). Tampoco le permitieron ir al hospital tras sufrir una caída en su habitación de hotel.

La madre terminó perdiendo a su bebé a las 34 semanas de gestación y estuvo a punto de perder su propia vida después de que abortó. Ahora quiere justicia.

Los hoteles que han sido seleccionados para el programa de cuarentena del gobierno proporcionan el espacio y las instalaciones. Sin embargo, el Departamento de Salud y Atención Social es responsable del enfoque de la cuarentena y la gestión del lugar.

LA ANGUSTIA DE UNA MADRE

Amna contó a Yorkshire Live que el “trauma y la tragedia” de perder a su bebé permanecerán con ella toda su vida. Ella no quiere ver que otra mujer sufra lo que ella sufrió. Bibi abortó a su bebé, a quien llamó Hafsa, el viernes 18 de junio.

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Le habían reservado una ecografía para la mañana del martes 15 de junio a las 9:00 A.M., pero dice que el paramédico del hotel se negó a permitirle asistir.

Le había dicho que, según las reglas, solo se le permitía viajar al hospital una vez y le indicó que ya lo había hecho dos veces. Para aliviar su hinchazón, Bibi preparó un baño, pero resbaló dos veces y se lastimó.

ESTUVO A PUNTO DE MORIR

Contó que el paramédico del hotel la evaluó, pero le indicó que no podía ir al hospital y le ofreció analgésicos. El viernes por la mañana comenzó a sentir dolorosas contracciones y sudaba mucho.

Luego se desmayó en los brazos de su esposo antes de comenzar a sangrar. Bibi tuvo que esperar 45 minutos para que el personal del hotel le proporcionara una silla de ruedas para llevarla al hospital.

Cuando finalmente los médicos lograron verla, el corazón del bebé en su vientre ya no latía. Luego le hicieron una cesárea de emergencia y posteriormente recibió una transfusión de sangre.

Permaneció en cuidados intensivos durante cuatro días. Estuvo a punto de morir. El médico le dijo que, si le hubieran hecho la ecografía, el bebé estaría vivo hoy.

EL IMPACTO DE LAS RESTRICCIONES

Un portavoz del Departamento de Salud y Atención Social dijo que no comentaba sobre casos individuales. Reconoció el impacto que las restricciones han tenido en muchas personas.

Señaló que las medidas de cuarentena implementadas minimizan el riesgo de que ingresen variantes al Reino Unido y, a su vez, protegen el progreso de su programa de vacunación.

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Indicó que están haciendo todo lo posible para garantizar que se satisfagan las necesidades de todos. También esperan que los hoteles proporcionen evaluaciones médicas a los huéspedes por parte de profesionales de la salud calificados.

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