Nieta lleva a sus abuelos pobres a una casa nueva y les dice que ahora es de ellos

Una nieta tachó el punto número uno de su lista de deseos y sorprendió a sus queridos abuelos con un entrañable regalo. Tras la revelación, todos se emocionaron hasta las lágrimas, mientras celebraban la alegre ocasión.

Tener una familia que nos espere cuando regresamos a casa, es algo que no tiene precio. Los vínculos afectivos con nuestros seres queridos se profundizan con el paso del tiempo. La mayoría de las veces están relacionados con el amor, pero en ocasiones también con el sacrificio.

Una joven hawaiana estaba familiarizada con estos sentimientos, así que cuando llegó el momento de demostrar cuánto le importaba y apreciaba el apoyo de sus familiares, no dudó en hacerlo.

BENDECIDA CON LOS MEJORES ABUELOS

Kahealani Paradis, de Hawái (Estados Unidos), tuvo la suerte de tener unos abuelos cariñosos. Estaba especialmente unida a ellos porque la criaron.

Nunca hubo un momento aburrido en su vida y gracias a sus dulces abuelos, Paradis creció como una joven responsable y amable. Aprendió muchas cosas de ellos. Le enseñaron a permanecer unida a la familia y a amarla incondicionalmente.

Pero lo que más conmovió a Paradis fue su naturaleza sacrificada. Les había visto enfrentar una vida llena de pruebas y tribulaciones sin fruncir el ceño ni quejarse. Siempre apreciaban el lado bueno de las cosas y nunca albergaban sentimientos de amargura hacia nadie.

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UNA VIDA LLENA DE LUCHAS

Paradis había visto a las dos personas más importantes de su vida perseverar ante las dificultades. Vivieron gran parte de su vida sin servicios básicos como agua corriente o electricidad.

Nunca se quejaron de lo que no tenían y creyeron en ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Sus incesantes sacrificios no pasaron desapercibidos y Paradis prometió estar ahí para sus abuelos como ellos lo habían estado para ella.

UNA MUESTRA DE AMOR

El punto número uno de su lista de deseos era retribuir a sus abuelos por todo lo que habían hecho por ella. Habló con su marido que apreció la idea y juntos diseñaron una forma de facilitar las cosas a la pareja de ancianos.

Paradis, de 29 años, encontró una casa perfecta de dos dormitorios para sus abuelos en Big Island (Hawai), cerca de donde habían vivido los últimos 45 años. Así lo contó a Inside Edition:

"Llevaba mucho tiempo queriendo comprarles una casa. La casa que tenían es donde crecí yo, donde creció mi madre, donde crecieron todos sus hijos. No tenía electricidad ni agua".

LA GRAN SORPRESA

Paradis sabía que era el momento de compartir la gran noticia con sus abuelos. Como quería que fuera una sorpresa, les dijo que echaran un vistazo a un lugar de precio razonable que había encontrado para ellos y que pensaba que podrían alquilar.

La pareja echó un vistazo y le dijo a Paradis que les gustaba la casa. Sin embargo, no estaban preparados para lo que estaba por llegar. "¿Saben que ustedes siempre dicen que ‘cuando se da, se recibe’?", preguntó Paradis, y sus abuelos asintieron con la cabeza. Ella continuó:

"Creo que ya es hora de que reciban algo por todos los años que han ayudado a los demás. Es hora de que obtengan algo. Esta es su casa".

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UNA EMOCIONANTE REACCIÓN

En el momento en que las palabras de Paradis hicieron mella, su abuela gritó: "¡Oh, no puede ser! No me mientas, Kahea". La mujer se puso a llorar y fue consolada por un marido igualmente sorprendido.

Paradis grabó su reacción en un vídeo que compartió en Facebook en marzo de 2017. La pareja de abuelos se abrazó y agradeció a su querida nieta el bonito gesto. Paradis expresó además:

"Esto es algo que he estado soñando con hacer durante mucho tiempo. Me siento más que bendecida por poder hacer algo así para dos de las personas más importantes de mi vida."

SE HACE VIRAL

Su publicación en Facebook se hizo viral y acumuló más de 56.000 visitas, 1.000 "me gusta" y más de 400 comentarios. Muchos internautas expresaron sus sinceros deseos para Paradis y su familia, y agradecieron su amable gesto.

Más tarde, Paradis reveló que sus abuelos estaban felizmente instalados en su nueva casa y que les encantaba. También contó que su abuelo había diseñado un jardín en su nueva casa y que había recibido a sus amigos.

Historias como esta son las que nos devuelven la fe en la humanidad y nos calientan el corazón en tiempos en los que necesitamos más que nunca positividad y amor. Por favor, difunde la bondad y comparte esta historia increíblemente conmovedora con tus seres queridos.