Madre en duelo vende cuna de su bebé fallecido a un anciano: él se la devuelve 1 semana después

Una madre afligida que se negaba a separarse del recuerdo de su hijo perdido guardó su cuna y su ropa. Cuando decidió venderla, un anciano la sorprendió.

Valarie Watts, de Cokato, Minnesota (Estados Unidos), estaba a punto de ser madre por primera vez. Su embarazo parecía perfecto y ella estaba preparada para brindarle a su niño una dulce vida. Incluyendo una adorable cuna y todo su amor.

Por desgracia, Valarie nunca llegó a crear esos recuerdos con su hijo. Perdió al bebé y se sumió en un duelo, que se prolongó durante mucho tiempo. Finalmente, cuando Watts decidió vaciar la habitación de su niño fallecido, conoció a una pareja de ancianos que cambió su visión de las cosas.

VALARIE WATTS PIERDE A SU HIJO

En 2013, Watts estaba segura de que sería madre de un bebé sano y adorable. Había escogido el nombre de Noah y preparó una hermosa habitación para recibirlo.

Lamentablemente, días antes al parto, la mujer de Cokato descubrió que sus esperanzas de tener un hijo nunca se materializarían. Contó:

"Durante toda la semana, lo supe. No se movía tanto. Estaba nerviosa".

Cuando ingresó en el hospital, se dieron cuenta de que Noah había nacido muerto. Su cordón umbilical se había enredado en el útero.

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AFRONTANDO LA PÉRDIDA

A Valarie le resultó difícil aceptar la muerte de su hijo, por lo que se sumió en un profundo duelo. Trató de mantener un ambiente que le recordara a Noah.

Pensaba constantemente sobre el futuro, como si él hubiera vivido, mientras se hundía en su dolor. Watts inclusive conservó la cuna que compró para él durante casi un año.

VALARIE SE DESPRENDE DE LA CUNA

En 2014, cuando decidió desprenderse de la cuna, un anciano, Gerald Kumpula, y su esposa visitaron su venta de garaje. A Kumpula, que era fabricante de muebles, le encantó la cuna y le explicó que se le daba bien hacer bancos. Según el anciano, Watts se mostró vacilante:

"Estaba un poco indecisa. Sabía que tal vez no quería venderla, pero aun así, lo hizo".

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Mientras Gerald y su esposa estaban en la venta de garaje, Valarie les contó un poco más sobre su historia. Todo sucedió cuando la esposa de Kumpula, que rebuscaba entre la ropa de Noah, preguntó por la edad de su hijo y entonces ella le confesó que había muerto.

"Su mujer estaba allí mirando en mi venta de garaje y me preguntó qué edad tenía mi hijo, ya que ya no uso la cuna, y le dije que había fallecido en julio", contó Watts.

UN GESTO AMABLE DE UN COMPLETO DESCONOCIDO

Tras hacer la compra, la pareja llegó a la conclusión de que les gustaría devolver la cuna del bebé. Sabían que a Watts le costaba desprenderse de ella, así que se plantearon regresársela, pero esta vez ya no sería una cuna.

La pareja de ancianos le entregó a Watts una pieza transformada, que ahora era un banco. A través del mismo, quisieron convertir el dolor asociado a una cuna sin utilizar en algo reconfortante.

Watts confesó que estaba llena de alegría y agradecimiento. La afligida madre lloró al recibir el regalo. No solo la hizo feliz, sino que sembró en ella la esperanza de que todavía hay "gente buena por ahí".

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