2 niños desaparecen sin dejar rastro: el padre en duelo los ve en la puerta de su casa 3 años después

Los dos niños habían desaparecido de la escuela sin dejar rastro. Pero su padre nunca perdió la esperanza de volver a reunirse con sus hijos.

La Navidad es un período feliz para muchos, especialmente para los niños que esperan con ansias ver los regalos que recibirán de Santa.

Ese descubrimiento generalmente causa deleite, y así fue como se sintió un padre de Brisbane llamado Harry Speath, cuando descubrió que sus regalos lo esperaban en la puerta de su casa.

No, no eran caramelos, eran sus hijos, que habían desaparecido sin dejar rastro tres años antes. Ni él ni la policía los habían logrado encontrar por mucho que los buscaran. Sigue leyendo para descubrir lo que realmente sucedió.

DESAPARECIERON SIN DEJAR RASTROS

Harry Speath era un padre soltero que cuidaba a sus dos hijos, Serena y Thomas Speath. Él era un papá orgulloso que amaba mucho a sus pequeños y los cuidaba con la misma pasión.

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Un día de diciembre de 2014, fue a recoger a los niños a su escuela y descubrió que habían desaparecido. Los había esperado durante mucho tiempo junto a la puerta de la institución. Sin embargo, no tardó en notar que algo malo había pasado.

Cuando preguntó por ellos, le dijeron que no habían asistido a clases en los últimos tres días. Ese fue el comienzo de la angustiosa búsqueda y una larga pesadilla que se prolongó durante años.

La última vez que el cariñoso padre había visto a los dos niños, estaban con su madre, quien era su exesposa. Esto lo asustó porque temía que la mujer, que tenía doble ciudadanía en Europa, hubiera huido allí con los niños.

Su vida rápidamente dio un vuelco y comenzó a canalizar todos sus recursos para encontrar a sus pequeños. Contrató a profesionales, abrió una página de Facebook donde solicitó ayuda y también voló por todo el país con la esperanza de hallar un rastro que lo llevara a ellos.

Pero, a pesar de sus esfuerzos, no lograba encontrarlos. Serena y Thomas no habían ingresado en nuevas escuelas y sus tarjetas de Medicare no se habían utilizado.

Fue un período difícil en su vida, pero Harry nunca se dio por vencido a pesar de que parecía que sus dos hijos habían desaparecido de la faz de la tierra.

SU VIDA PERDIÓ COLOR

A medida que pasaba el tiempo, Harry comenzó a perder la esperanza. Su búsqueda no había arrojado resultados positivos y no tenía recursos ilimitados para seguir buscando. Además, su vida lentamente fue perdiendo color mientras intentaba localizar a sus hijos.

La Navidad no tenía alegría, y su cumpleaños lo dejaba sintiéndose como un fracaso debido a su incapacidad para encontrar a Serena y Thomas.

Sin embargo, cada año en el Día Internacional de los Niños Desaparecidos, Harry encendía velas por sus dos hijos con la esperanza de que algún día encontraran el camino de regreso a él.

Antes de que se diera cuenta, habían pasado tres años sin ningún cambio. Su esperanza había disminuido aún más.

En mayo de 2017, expertos estadounidenses desarrollaron una manipulación fotográfica que reflejaba el cambio que debió haber ocurrido físicamente en Serena y Thomas en los tres años desde su desaparición.

EL TRIBUTO A SUS HIJOS

Las imágenes fueron difundidas en la televisión nacional. Eso renovó los esfuerzos para localizar a los dos niños. Luego, en el aniversario de su desaparición, Harry acudió a Facebook con un emotivo tributo que escribió para sus hijos.

En él afirmó que los niños habían sido secuestrados y reveló que habían pasado tres años desde la última vez que los había visto o sabido de ellos.

También escribió: “Han pasado tres años de cumpleaños (tanto el de ellos como el mío), Navidades, Pascuas, Días del Padre, tres años de vacaciones ...”.

Terminó el tributo desgarrador declarando su amor por ellos: “Mientras tanto, los amo mucho, mucho. Les mando muchos, muchos abrazos y besos a través de los kilómetros que nos separan, sin importar cuán lejos estén”.

ESCUCHÓ UN GOLPE EN LA PUERTA

A medida que pasaba el tiempo, Harry comenzó a temer que nunca más volvería a ver a sus hijos, y se preocupaba cada vez más por su salud y bienestar.

Él había comenzado a resignarse al hecho de que tendría que pasar otra Navidad sin ellos cuando escuchó que llamaron a la puerta. Era la Policía Federal Australiana.

Los oficiales estaban acompañados por sus dos hijos. Los niños habían sido encontrados en el interior de Sunshine Coast con su madre, a unos 150 kilómetros de donde habían desaparecido años antes.

La mujer, la Sra. Adare, fue arrestada y llevada ante el Tribunal del Circuito Federal de Australia en Brisbane para ser juzgada.

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En lo que respecta al devoto padre, el reencuentro con sus hijos fue el mejor regalo de Navidad que jamás había recibido. Su historia es una prueba clara de que es importante nunca rendirse, especialmente cuando luchas por las personas que amas.