Maestro preocupado va en busca de unos hermanos pobres que dejaron de asistir a clase

Cuando dos hermanos dejaron de asistir a clases, su profesor se preocupó y no pudo quitarse de encima la persistente sensación de que algo iba mal. Fue a buscarlos y lo que descubrió le rompió el corazón.

Jack Mook fue detective de la policía de Pittsburgh, en Estados Unidos y veterano del ejército durante 22 años.

Todos sus allegados estaban conscientes de su dureza exterior. Fuera del trabajo, era un soltero con ningún plan para formar una familia o sentar la cabeza.

Sorprendentemente, ni el propio policía de Pittsburgh sabía que tenía un lado tierno oculto y un corazón de oro. Todo comenzó cuando Jack empezó a trabajar como voluntario en Steel City Boxing, una organización sin ánimo de lucro en la que los niños desfavorecidos recibían asesoramiento.

CONOCIENDO A LOS CHICOS

Un día en el gimnasio, Jack conoció a dos hermanos, Josh y Jessee, que estaban ansiosos por entrenar. Con el tiempo, el veterano del ejército se encariñó con los chicos y disfrutó siendo su mentor. Sabía que el sentimiento era mutuo y que ellos disfrutaban de su compañía.

Pero cuando un día dejaron de acudir a las clases, Jack no pudo evitar sentirse preocupado y decidió descubrir el motivo de su ausencia.

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Los hermanos crecieron en la extrema pobreza y fueron trasladados de la casa de sus padres a un hogar de acogida con familiares, que eran increíblemente abusivos y negligentes.

La vida de estos chicos se había convertido en una pesadilla, sin camas donde dormir, sin ropa que ponerse y sin padres a los que admirar. Jack se sintió profundamente conmovido al conocer la historia.

"Pensé que eran niños especiales. Merecen tener ayuda", expresó.

DAR A LOS NIÑOS UN NUEVO HOGAR

Josh le detalló a Jack la historia de su vida con lágrimas en los ojos, y el detective supo que tenía que hacer algo.

"Me dijo: 'Entrenador, tenemos que dormir en el suelo y no hay más que heces de perro en el suelo. Me acuesto lo antes posible para poder dormir hasta que tenga que volver a la escuela'", contó.

Poco después, Jack tomó cartas en el asunto y, tras pedir algunos favores debido a su posición y rango, encontró a los niños un nuevo hogar: el suyo. El hombre se adaptó con entusiasmo a su nuevo papel de padre adoptivo.

Los hermanos estaban encantados tras convertirse oficialmente en Josh y Jessee Mook en 2014. Por fin tenían un futuro que esperar y una infancia que disfrutar. Cuando se le preguntó cuánto significaba Jack para él y Jessee, Josh respondió:

"Sigue siendo el entrenador, pero sabemos que también es papá. Sobre todo, es un salvador. Es mi modelo a seguir".

Jack pensaba que su vida estaba completa tras adoptar a los hermanos, pero no sabía que aún le faltaba algo. Después de que su historia apareciera en CBS News, muchas mujeres se pusieron en contacto con el medio y expresaron su deseo de salir con Jack.

Una de estas mujeres fue Mary, que lo conoció en un bar y más tarde admitió que sabía que Jack estaría allí. En el verano de 2014, la pareja se casó y se convirtió en una gran familia.

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"Creía que estar soltero era divertido porque no tienes responsabilidades. Pero cuando no tienes pareja no te das cuenta de lo que te pierdes. Me alegro de haber dejado que ella rompiera esa barrera y me alejara de esa vida", aseguró.

UNA EXPERIENCIA QUE MERECE LA PENA

Como paracaidista del ejército que también sirvió en la Guerra del Golfo, Jack nunca pensó que la paternidad estuviera en sus planes, y tampoco se imaginó estableciéndose en la vida. Sin embargo, ambas experiencias resultaron ser igualmente gratificantes y le cambiaron la vida.

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