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Mujer adopta a niña que acudió a ella en noche lluviosa: meses después, ve a una chica idéntica a su hija en su porche

Mayra Pérez
16 jul 2022
06:00

Era una noche lluviosa cuando una mujer escuchó un golpe en la puerta y vio a una niña en el umbral. Inmediatamente, la acogió y la pequeña se convirtió en parte inseparable de su vida. Meses después, recibió una llamada que cambió todo inesperadamente.

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Descubrir el propósito por el que estamos en esta vida puede ser una experiencia emocionante. A veces, el camino que tomamos y nuestras elecciones pueden llevarnos por caminos diferentes a los que imaginábamos en nuestra juventud.

La mujer de la historia de hoy vivió una cadena de eventos sorprendentes que cambiaron su perspectiva y dejaron su corazón lleno de gratitud.

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UN VIAJE ESPECIAL

Megan Boudreaux Anderson se describe a sí misma como alguien que no sabía lo que quería hacer en la vida. Después de graduarse de la universidad, comenzó a trabajar en relaciones públicas y marketing para un hospital en Baton Rouge, Louisiana, Estados Unidos.

Dada su experiencia laboral previa en Ucrania y África, Megan dijo que la habían enviado a visitar el centro de desnutrición del hospital en Haití, un viaje que cambió de vida.

Respire Haiti, es una organización sin fines de lucro destinada a educar, alentar y empoderar a los huérfanos, niños vulnerables y restaveks, que son niños que sus padres entregan a familias para servirlos. La organización sentó sus bases en la cima de una montaña ubicada en una pequeña ciudad haitiana, Gressier.

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UNA NIÑA MARAVILLOSA

Era 2011, y Megan había estado en Gressier durante unos días cuando notó que una niña debajo de un árbol en Bellevue Mountain arrojaba piedras a un pájaro. Más tarde, supo que la pequeña lo estaba haciendo porque tenía hambre y quería comerse el ave.

El nombre de la niña era Michaelle y vivía con una familia en la montaña que no era la suya. Poco a poco, Megan forjó una amistad con la pequeña, que entonces tenía seis años. La invitó al programa de alimentación que organizaba en Bellevue Mountain. Incluso hizo esfuerzos para inscribirla en una escuela.

Unos meses más tarde, estaba lloviendo mucho cuando Megan escuchó un golpe en la puerta. Cuando abrió, se sorprendió al ver a Michaelle, empapado de pies a cabeza. La niña le dijo:

“Dijeron que ya no me quieren. ¿Puedes tenerme?”, preguntó la niña, según recoge Love What Matters.

Megan recordó sentirse sorprendida y conmovida después de escuchar las palabras de Michaelle. Tenía 24 años en ese momento y sabía que su decisión cambiaría la vida de ambas. Sin pensarlo dos veces, le dio la bienvenida en su corazón y en su hogar.

Meses después, cuando estaba preparando a la niña para dormir, ella le dijo: “Mamá, tenemos espacio para uno más”. Las palabras de su pequeña princesa la tomaron por sorpresa, y sintió que algo se estremecía en su corazón.

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UNA MÁS

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Poco después, Megan buscó los documentos de Michaelle y encontró el certificado de defunción de su madre, escrito en francés. Le sobrevivían su esposo y dos hijos. La idea de que su hijita tuviera otro hermano la mantuvo despierta toda la noche.

Al día siguiente, Megan se volvió hacia Michaelle y le preguntó: “¿Tienes un hermano o una hermana?”. La niña respondió: “Sí, creo que tengo una hermana”. Cuando le preguntó por su nombre, la niña dijo que no podía recordarlo.

Pero Megan sabía que quería buscar al hermano de su pequeña. Pasaron tres semanas y, un día, recibió una llamada. La voz al otro lado del teléfono dijo:

“Megan, tienes que volver a casa de inmediato. Una niña que se parece mucho a Micha está en nuestro porche”. Ella corrió a casa y se sorprendió al ver la copia al carbón de su pequeña. Ella contó:

“Micha corrió hacia nuestra casa y lo siguiente que supe fue que estas dos hermanas corrieron una hacia la otra cuando las escuché gritar el nombre de la otra: ‘¡Micha!’... ‘¡Jessica!’ Y se abrazaron. No podía creer lo que veía”.

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ENCONTRANDO EL AMOR

Megan acogió a la hermana de Michaelle, Jessica. Como una mujer soltera de 24 años que vive fuera de Estados Unidos con dos hijas, a menudo se preguntaba si alguna vez encontraría un compañero de vida. Todo cambió cuando su camino se cruzó con Josh Anderson.

La pareja se conoció en un orfanato y Megan tardó un tiempo en darse cuenta de por qué Josh seguía regresando a Haití. Se casaron en la montaña Bellevue, rodeados de amigos y animales

Josh se unió a su esposa para criar a dos niñas y dirigir Respire Haiti. Seis semanas después, uno de los estudiantes de la escuela desapareció. A pesar de sus mejores esfuerzos, Megan no pudo encontrarlo.

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ESTUDIANTE PERDIDO

Una noche, llamaron a la puerta y escuchó que alguien los llamaba a ella y a Josh. Sorprendentemente, era el niño de nueve años, Saintil, quien había desaparecido misteriosamente de la escuela.

Parecía exhausto y les dijo a los Anderson que había caminado durante tres días para llegar a su casa porque sabía que estaría a salvo con ellos. Megan y Josh se enteraron de que sus padres biológicos habían muerto y que no tenía otro lugar donde vivir.

Entonces, la pareja decidió acogerlo y lo matriculó en su escuela. A partir de 2022, Saintil es un estudiantede 17 años, del último año de secundaria y con excelentes calificaciones.

Aunque la pareja ya había dado la bienvenida a Michaelle, Jessica y Saintil en sus corazones, tuvieron que esperar 11 años y 9 años para que los niños se convirtieran oficialmente en Anderson.

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En marzo de 2022, finalizó la adopción y Megan y Josh no podrían estar más felices. La familia vivió en Haití durante 11 años y se aseguró de que sus hijos desarrollaran una estrecha asociación con su cultura, valores y creencias locales.

Desde la pandemia, los Anderson han estado viviendo en Lafayette, Louisiana, Estados Unidos. Megan y Josh ahora son padres cariñosos de seis hijos, tres de los cuales son sus hijos biológicos.

A pesar de pasar por un proceso de adopción largo y arduo, Megan expresó que ella y Josh están inmensamente agradecidos por haber sido bendecidos con esos niños y que no cambiarían nada. La pareja sigue alzando sus voces a favor de la adopción ética, el cuidado de los huérfanos y la educación.

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