Harry instó al palacio a "reescribir el libro de reglas" para Meghan y sintió que William estaba "celoso" de ellos, afirma libro

Los duques de Sussex a menudo son blanco de críticas, pero Harry siempre ha defendido a su esposa. Los reportes ahora afirman que él quería que el palacio cambiará las reglas a favor de ella.

Poco después de que Harry y Meghan se casaran en mayo de 2018, convivieron con el príncipe Charles y Camilla en el Castillo de Mey durante una semana. Esta es la antigua casa de la reina madre en Caithness.

La visita era para informar a los medios sobre cómo el heredero al trono se relacionaba con su nuera y admiraba el interés de ella por la historia y los muebles.

LOS PENSAMIENTOS DE CHARLES

Según reportes, eso estaba muy lejos de ser lo que el hijo de Elizabeth II realmente sentía por la exactriz. Desde el principio, se dijo, Charles nunca había entendido las intenciones de Meghan con su hijo y estaba desconcertado por ella.

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Sin embargo, se las habría arreglado para ocultar su inquietud hasta que ya no pudo más. Esa semana, durante la visita, el hijo de la reina finalmente habría dejado saber sus verdaderos pensamientos sobre ella.

Él se preguntaba por qué ella no podía evitar que su padre, Thomas Markle, hiciera apariciones en televisión criticando a la familia real. En un momento de rabia, supuestamente dijo: “¿No puede ella simplemente ir a verlo y detener esto?”.

Charles habría “reprendido” a Harry por no convencer a su esposa de que llamara a su padre, incluso cuando su hijo le había explicado lo que ocurría.

Meghan se habría negado a llamar a Thomas porque pensaba que él no tenía su teléfono encima y que su cuenta de correo electrónico había sido comprometida.

Sin embargo, el heredero al trono no aceptaba lo que le decían. No podía entender las explicaciones de su hijo y se sentía irritado porque su nueva nuera no podía resolver sus problemas con su padre.

Charles y la reina habrían sugerido que Meghan volara a México para hablar con su progenitor, pero ella insistía en que eso no funcionaría.

La duquesa presuntamente decía que llegar sin previo aviso a un territorio desconocido era imposible, ya que causaría un frenesí mediático y traería más vergüenza a la familia real.

Una vez que se convirtió en parte de la realeza, la vida se volvió insoportable para Meghan. Se aisló y se sentía sofocada por su nueva vida y roles. Ninguno de los miembros de la familia real había pasado por su situación.

Se sentía avergonzada por los miembros de su familia y despreciaba a sus medios hermanos, Samantha y Thomas. Ella supuestamente comparaba su aversión por sus hermanos con la de Harry hacia el príncipe William y su esposa, Kate Middleton.

Meghan presuntamente parecía creer que los duques de Cambridge no le ofrecían el reconocimiento y la generosidad que ella merecía y los despreciaba por su imagen natural pero casi perfecta. Parecía derivar su motivación de su envidia por Kate.

Lo que parece haber seguido fue la ira de Meghan, alimentada por su falsa creencia de que los funcionarios del Palacio necesitaban proteger su imagen o su autopromoción.

Ella se volvía cada vez más frágil. Supuestamente exigía que el personal del Palacio viera el mundo desde su perspectiva.

ÉXITO EN LA GIRA POR AUSTRALIA

El 12 de octubre de 2018 fue un día de celebración en el palacio. La hija menor del príncipe Andrew, la princesa Eugenie, acababa de contraer matrimonio con Jack Brooksbank.

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En la recepción, Meghan anunció que estaba embarazada. La noticia, aunque significativa, conmocionó a los presentes. ¿Por qué eligió el gran momento de Eugenie para compartir la información?

Los duques Sussex volaron a Sydney dos días después para comenzar su gira por Australia. Multitudes de personas los recibieron bien al aterrizar y los vitorearon mientras disfrutaban de las fantásticas noticias.

La primera etapa de la gira fue perfecta. Harry abrió los “Juegos de Invictus” y escaló el puente del puerto de Sydney para reemplazar una bandera australiana con la bandera de Invictus.

Eventualmente, cuando la emoción se calmó, Meghan y Harry habrían comenzado a buscar en Internet comentarios desagradables sobre ellos todas las noches. Acosaban a su personal para eliminar cualquier atisbo de crítica en la red.

El éxito de la gira australiana presuntamente había comenzado a meterse en sus cabezas. Según reportes, comenzaron a comparar su visita con la que hicieron la princesa Diana y Charles con el bebé William en 1983.

Allí, la difunta princesa, el heredero al trono y su primogénito, habían sido recibidos por una multitud masiva de personas con pompa y color.

Cuanto más comparaban su situación con la de Diana, Meghan presuntamente se sumergía más en su propia importancia.

Según The Times, los duques de Sussex habían comenzado a creer que su éxito en Australia los había bendecido con la magia de Diana. Pero no sabían que Diana había dedicado años a construir su relación.

Una semana después de la gira, la pareja supuestamente parecía convencida de que William estaba celoso de su éxito. Algo necesitaba cambiar, y sentían que necesitaban salir del palacio de Kensington.

“Harry propuso que el palacio debería reescribir el libro de reglas. En lugar de que Meghan fuera un miembro obediente del elenco de apoyo, debería protagonizar una campaña, independiente de los Cambridge e incluso de la reina”, informó The Times.

FINANCIERAMENTE INDEPENDIENTES

Eventualmente, la presión del palacio fue demasiado para los duques de Sussex, y estos decidieron renunciar a sus deberes reales y abandonar Gran Bretaña. Al partir, se comprometieron a ser económicamente independientes.

Dos años después de su dramática salida la pareja logró su objetivo de independencia financiera. Los dos ahora pueden cubrir sus gastos, mientras los miembros principales de la realeza continúan gastando millones de los contribuyentes.

Como señal de que les estaba yendo bien financieramente, Harry y Meghan pagaron de su bolsillo su visita de Pascua a Inglaterra.

Los funcionarios del palacio también afirmaron que la pareja había reembolsado £2,4 millones (2,9 millones de dólares) por su casa Frogmore Cottage en Windsor. Agregaron que era un buen negocio para los contribuyentes.

Aunque la situación financiera de los duques de Sussex está avanzando, su relación con los duques de Cambridge pende de un hilo. Aun así, Kate trabaja incansablemente para aliviar la tensión entre los dos hermanos y establecer la paz.

“Hay un pequeño atisbo de esperanza de salvar a los hermanos de no volver a hablar nunca más: Kate. Ella puede sentir que, a pesar de todo lo que ha sucedido, William todavía siente la pérdida de Harry”, le dijo una fuente a Us Weekly.

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.Desafortunadamente, sus esfuerzos de pacificación han resultado inútiles, pues tanto William como Harry son “demasiado tercos”. Sin embargo, se ha comprometido a llevar a cabo la misión y le deseamos todo lo mejor.