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Chico tapando su rostro con sus manos. | Foto: Shutterstock
Chico tapando su rostro con sus manos. | Foto: Shutterstock

Niño en duelo es llamado a la oficina del director por sus malas notas y encuentra una foto de su madre allí - Historia del día

Vanessa Guzmán
18 oct 2022
19:30

Un niño que perdió a sus padres semanas atrás en un accidente automovilístico se sorprende al encontrar una foto de su mamá en la oficina del director de su escuela. Poco sabe él que revelará algo impactante sobre el pasado de su progenitora.

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Patricio, de 14 años, estaba parado frente a la oficina del director de su escuela, el Sr. Galdós, nervioso y deprimido. Sabía por qué lo había llamado, y no estaba interesado en tener esa conversación con él.

Hacía unas semanas, Patricio había perdido a sus padres, Estela y Eduardo, en un terrible accidente automovilístico. Sabía que su madre era huérfana y los papás de Eduardo habían fallecido años atrás así que no tenía más parientes.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Patricio fue puesto bajo la tutela del Sr. Duncan y su esposa por los Servicios Sociales después de la muerte de sus padres.

El Sr. Duncan fue el tutor temporal de Patricio y luego se convirtió en su maestro cuando el adolescente fue admitido en la escuela donde él trabajaba. Desafortunadamente, el chico tuvo dificultades para sobrellevar la pérdida de sus padres, por lo que no podía concentrarse en sus estudios y sacaba malas calificaciones.

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Cuando la noticia de su desempeño llegó a oídos del Sr. Galdós, llamaron a Patricio a su oficina. Sabía que el director le preguntaría por qué le estaba yendo tan mal en sus estudios, y tendría que hablar sobre la pérdida de sus padres, cosa que no quería.

Sin embargo, sabía que tampoco podía escapar del Sr. Galdós, así que respiró hondo y entró en su oficina.

Cuando el director vio entrar a Patricio, entró en pánico y rápidamente escondió lo que tenía en su cajón, pero el chico lo notó.

"¡Hola Patricio!", dijo, con la voz temblorosa. "Nunca debes entrar a mi oficina sin tocar, jovencito”.

"Lo siento, señor Galdós", respondió Patricio, avergonzado. Pero no fue su culpa del todo. Estaba tan preocupado pensando en sus padres y en cómo respondería a las preguntas del director que olvidó que se suponía que debía tocar.

Mientras estaba en la puerta, de repente se preguntó por qué el Sr. Galdós entró en pánico cuando lo vio entrar y qué estaba tratando de ocultar.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

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"Está bien. Entra y toma asiento", manifestó el director.

"Entonces, Patricio", dijo mientras el chico se sentaba. "Probablemente, sepas el motivo de nuestra reunión de hoy. Sé que las cosas no han sido fáciles para ti, pero si no mejoras tus calificaciones, no podrás pasar de año. Sería difícil para nosotros también...".

Patricio se quedó inmóvil, sin pronunciar una palabra. ¿Qué le diría en respuesta? ¿Qué quería quedarse en casa en lugar de asistir a la escuela? ¿Que no tenía amigos en su nueva escuela y tampoco le importaba porque solo quería a sus padres de regreso? El chico de 14 años solo añoraba a sus padres y no tenerlos a su lado era demasiado duro para él.

Tristemente, no confiaba lo suficiente en nadie en su "nueva" vida como para decirles lo que estaba pasando dentro de su cabeza, y cada vez que se sentaba a estudiar, pasaba horas pensando en sus padres y no podía hacer más nada.

"¿Patricio? ¿Patricio?", expresó el director para llamar la atención del jovencito e interrumpir sus pensamientos. "¿Puedes prometerme que trabajarás más duro de ahora en adelante?".

"Haré lo mejor que pueda, Sr. Galdós, pero tengo problemas para concentrarme porque...". Patricio no pudo terminar porque sonó el teléfono del director y lo cortó.

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"Un momento, Patricio, vuelvo enseguida", dijo y salió de su oficina para atender la llamada.

Si el teléfono no hubiera sonado, Patricio casi habría escupido la verdadera razón por la que estaba tan distraído. Suspiró y sacudió las piernas con ansiedad.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Cuando pasaron un par de minutos más y el Sr. Galdós no regresó, Patricio de repente pensó en el momento en que vio al director escondiendo algo.

Lo pensó y supo que lo que iba a hacer a continuación estaba terriblemente mal, pero estaba desesperado por averiguar qué estaba pasando. Abrió con cautela el cajón del escritorio del director, asegurándose de que nadie lo viera, y lo que encontró dentro hizo que se le llenaran los ojos de lágrimas.

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"¿MAMÁ?". Patricio no podía creer que estaba mirando una fotografía de su madre y el Sr. Galdós. Su mamá se veía mucho más joven en la foto y el director la estaba abrazando y sonriendo.

En ese momento, el Sr. Galdós entró a la oficina y vio a Patricio sosteniendo la foto. "Tú, no deberías haber...". Apenas había comenzado a hablar cuando el chico se volvió hacia él, con lágrimas rodando por sus mejillas.

"¿Cómo conoce a mi mamá? ¿Qué está tratando de ocultar?”, gritó.

El Sr. Galdós suspiró y se quitó las gafas. "¿Podrías tomar asiento, Patricio? Hay muchas cosas que deberías saber”.

Mientras Patricio se sentaba, estupefacto, los ojos del Sr. Galdós se llenaron de lágrimas. "No estaba seguro de cómo y cuándo contarte, pero creo que es el momento". Reveló que era el abuelo de Patricio y el padre de su madre.

Hace 15 años, cuando Estela tenía 17, quedó embarazada de su novio. Ese chico no se hizo responsable y el Sr. Galdós estaba en contra de su embarazo, por lo que la echó de la casa.

"Debido a que mi esposa murió durante el parto, yo era todo para ella", dijo. "Cuando comencé a extrañar a tu madre, me di cuenta de que había cometido un terrible error al echarla. Le supliqué que me perdonara, pero era demasiado tarde. Había conocido a Eduardo, quien se convirtió en un padre para ti y estaba contenta con su familia. No me quería cerca”.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

"Ella era muy fuerte, Patricio. Tu madre era una de las personas más fuertes que he conocido. No te abortó incluso cuando no tenía a nadie que la apoyara. He estado muy avergonzado por lo que le hice. Cuando me enteré de que tus padres habían muerto y estabas solo, mi corazón se destrozó y le pedí al Sr. Duncan que se convirtiera en tu tutor y te protegiera”.

"¡Mamá me dijo que era huérfana! ¿Eres realmente mi abuelo?", preguntó Patricio y el Sr. Galdós asintió.

"Puedes odiarme por lo que hice, Patricio. Ahora, sé que serás reacio a quedarte con el Sr. Duncan y querrás cambiar de tutores y nunca volver a verme, pero...".

Antes de que el director pudiera terminar, Patricio se puso de pie de un salto y lo abrazó con fuerza.

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"Quiero cambiar a mi tutor, ¡quiero vivir contigo, abuelo! ¡Te perdono por todo! Estoy tan feliz de tenerte. Podemos ir a pescar, jugar béisbol y hacer tantas cosas divertidas”.

"No puedes imaginar lo feliz que estoy hoy, abuelo. Mamá y papá siempre me decían que la familia es lo más importante que Dios nos ha dado, y estoy tan feliz de que todavía tengo una familia. ¡Te amo mucho!", expresó.

El Sr. Galdós no podía creer que las cosas se desarrollaran tan positivamente. Abrazó a Patricio, aliviado de tener a su nieto. Pasó muchos años lamentándose por lo que hizo y estaba dispuesto a recuperar el tiempo perdido.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

Nada puede reemplazar el amor y la calidez de la familia: El Sr. Galdós se dio cuenta de esto cuando el destino lo sumió en una situación en la que perdió a su hija y ella nunca regresó ni lo perdonó. Sin embargo, debido a que se dio cuenta de su error, fue bendecido con el perdón de Patricio.

Los niños no deben sufrir por las elecciones de sus padres: Aunque la decisión de Estela de mantenerse alejada del Sr. Galdós estaba justificada, Patricio debería haber elegido si quería o no a su abuelo en su vida.

Esta pieza está inspirada en historias de la vida cotidiana de nuestros lectores y escrita por un escritor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes son solo para fines ilustrativos. Comparte tu historia con nosotros; tal vez cambie la vida de alguien. Si desea compartir su historia, envíela a info@amomama.com.

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