Dustin Hoffman entregó regalo de $12.000 a una iglesia: él sabe lo que es necesitar dinero pues limpiaba inodoros a los 20 años

La realidad de Dustin Hoffman es una historia de pobreza a riqueza. Sin embargo, a pesar de disfrutar las recompensas de su arduo trabajo y compromiso, se ha aferrado a sus valores fundamentales. Como un hombre exitoso, la estrella de "Stranger Than Fiction" continúa ayudando a los necesitados, porque él ha estado en su lugar.

Sin lugar a dudas, Dustin Hoffman se ha ganado su puesto en la industria del cine. El actor, famoso por interpretar personajes antihéroes y papeles vulnerables, ha ganado numerosos premios, incluidos cinco Globos de Oro, dos premios Emmy y el premio AFI Life Achievement Award.

Hoffman, nacido en Los Ángeles, Estados Unidos, creció en un vecindario restringido por la falta de diversidad. Su físico bajo y su aspecto no lo hicieron perfecto para el estrellato de Hollywood, pero su mente sí.

Escapó de su entorno para buscar su sueño

A los 20, se mudó a Nueva York en busca del progreso y esperaba establecerse como una estrella de cine. Hoffman estaba entusiasmado con sus nuevos comienzos y, una vez que llegó a la nueva ciudad, se sintió aliviado de haber escapado de su "entorno plástico".

En Nueva York, Hoffman se unió a otras grandes mentes, Robert Duvall y Gene Hackman, quienes terminaron siendo sus compañeros de piso. Al mismo tiempo, la estrella de "The Graduate" enfrentó dificultades, incluidas varios intentos fallidos de inscribirse en el Actors Studio de Lee Strasberg y hacer despegar su carrera como actor.

Mientras esperaba el trabajo de sus sueños, Hoffman necesitaba valerse por sí mismo. Eso lo llevó a aceptar trabajos ocasionales como personal de un hospital psiquiátrico, asistente de ventas en una tienda de juguetes y tejedor de guirnaldas hawaianas. Incluso, tuvo un empleo como limpiador de baños.

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Eventualmente, su persistencia valió la pena. A los 30 años, participó en "The Graduate" de Mike Nichols. Este fue uno de sus papeles memorables por dos razones. Primero, lo llevó al estrellato y rompió el estereotipo y el problema de la diversidad dominante en su amada ciudad natal. Mientras recordaba el momento, compartió:

"Nichols eligió darle a este chico judío bajo y de aspecto extraño el papel que normalmente se reserva para un protestante alto y apuesto".

Después de trabajar en una película con un elenco audaz que contrastaba con el reparto convencional en ese momento, el actor comenzó a elegir sus papeles de manera más intencional.

Pasó un año antes de que aceptara su próximo papel sensacional como Ratso Rizzo en "Midnight Cowboy". Esta vez, Hoffman interpretó a un personaje con el que compartía algunas similitudes: cuando era un escolar, se comportaba como Rizzo. En sus palabras:

"Me parecía a Ratso Rizzo cuando iba a la escuela, así me sentía. Era un extraño, en la periferia, mirando hacia adentro. Y cuando vine a Nueva York hice todos esos trabajos ocasionales, y si estás limpiando baños para ganarte la vida, no estás tan lejos de ser Ratso, así que no fue una parte tan difícil".

Hoffman superó fácilmente su objetivo de cambiar la dinámica que alguna vez asoló su ciudad natal: actores que se veían de cierta manera. Sin embargo, fue más allá de eso.

El actor pudo darse el lujo de fijarse un estándar y escoger cuidadosamente sus papeles. Aunque hubo momentos en que estuvo en desacuerdo con los directores, Hoffman mantuvo sus principios eligiendo qué papel aceptar y cómo interpretarlo.

Dustin Hoffman tiene la vida perfecta: familia y carrera

A través de los años, el actor ha mantenido sus estándares, lo que no limitó su éxito. Se ha convertido en uno de los favoritos de la industria, de la que obtuvo un gran reconocimiento, incluidos dos premios Oscar. El histrión amasó una fortuna gracias a su talento. El patrimonio neto del actor se estima en $50 millones.

Además de estar entre los actores más exitosos, Hoffman vive una vida envidiable con su esposa y seis hijos. Se casó con Anne Bryne, una madre soltera, en 1969, y al año siguiente le dieron la bienvenida a su única hija, Jenna. Antes de su divorcio en 1980, Hoffman adoptó a la hija de Bryne, Karina.

El mismo año en que se divorció, la estrella de "Marathon" se casó con Lisa Gottsegen. En ese momento, Gottsegen, de 25 años, era estudiante universitaria y se convirtió en una exitosa mujer de negocios.

Después de casarse, la pareja dio la bienvenida a su primer hijo, Jake. Nació prematuramente y padecía la enfermedad de la membrana hialina. Afortunadamente, Hoffman fue bendecido con una esposa que se centró por completo en ser madre y atender a su hijo.

Dos años después del nacimiento de Jake, la pareja le dio la bienvenida a Becky. Su siguiente hijo fue Max y, finalmente, Alexandra. Afortunadamente, con una crianza excelente, todos resultaron exitosos.

A pesar de su apretada agenda, Hoffman estableció reglas básicas y priorizó a su familia. A menudo viajaba a lugares con sus seis hijos y cenaba con ellos. Según su esposa:

"Nuestros valores son tradicionales. Para Dustin era importante que estuviéramos juntos como familia... Nuestra prioridad era estar con los niños. Incluso si teníamos una obligación social más adelante, solíamos cenar con los niños primero".

Estos valores no se limitaban a honrar el tiempo en familia. Hoffman siempre respetó las elecciones de sus hijos, e incluso como estrella famosa, nunca los obligó a ver sus obras.

Llegaron a apreciar la carrera de su padre y el compromiso con la familia como adultos, y algunos de ellos ahora tienen carreras cinematográficas exitosas. Su primogénita, Jenna, es una actriz con películas notables como "Wag the Dog" y "The Wedding Singer". También es madre de dos niños.

Sus medios hermanos, Jake y Max, también heredaron la habilidad de su padre para la actuación. Entre los títulos donde han demostrado sus habilidades actorales está "The Wolf of Wall Street", el primero ha trabajado de cerca con su padre en "Hook" y "Rain Man".

Por otro lado, Max, el hijo menor, graduado de la Universidad de Brown y de la Escuela de Cine y TV de la Academia de Artes Escénicas de Praga, también ha aparecido en televisión en la película "Asthma".

Becky, la segunda hija de la pareja, solo protagonizó con su padre "Hook". No siguió una carrera en Hollywood, pero pasó un tiempo ampliando sus conocimientos asistiendo a escuelas de Nueva York y Berlín.

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Su última hija, Alexandra, estudió en la Universidad de Brown en Rhode Island y tiene un crédito de actuación notable, "Moonlight Mile", a su nombre. Mientras tanto, la hija adoptiva de Hoffman, Karina, no heredó su vocación actoral. Nunca protagonizó una película y siempre ha evadido el centro de atención.

Dustin Hoffman tiene un corazón de oro

Hoffman ha sido bendecido con una carrera y una familia exitosas, pero esto no sucedió por suerte. Tomó años de trabajo, esfuerzo, disciplina y principios, todo lo cual finalmente valió la pena.

Si bien puede haber dejado atrás sus carencias e incertidumbres, el actor no es ajeno a las realidades de los necesitados, ya que una vez recorrió el camino. En 2014, donó $12.000 en equipo de cocina a una iglesia adventista.

La celebridad sorprendió a la Iglesia ASD Pocono Grace en Pensilvania al ofrecerles un refrigerador, un congelador y una cocina de su apartamento de Nueva York.

Esto se inspiró en la amistad entre su familia y Lucy Ascencio, miembro de la iglesia Pocono Grace que les sirvió como ama de llaves y cocinera.

Años antes de este gesto conmovedor, el ícono en pantalla fundó una organización que opera un campamento de invierno para niños con cáncer. Esta vez, obtuvo la motivación de la prima de su esposa, Pepper Abrams.

Se había reunido con la familia para la cena y se quejó de que a su hijo de seis años le habían negado ir al campamento debido a su leucemia.

Hoffman se asoció con O.J. Simpson, Michael Jackson, Richard Chamberlain y McDonald's para construir el primer campamento para niños con cáncer.

A los 85 años, Hoffman ha logrado una hazaña brillante y ha tenido una vida plena como actor, marido de su amada esposa, padre de hijos exitosos y, lo que es más importante, un buen samaritano y colaborador con nobles causas que nunca se ha sentido abrumado por su éxito.

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