"¿Qué hice mal?": Policía dispara a niño de 11 de Misisipi que pidió ayuda para proteger a su mamá

• Aderrien Murry, un niño de 11 años de Misisipi, llamó al 911 y el agente de policía que acudió le disparó a él en el hombro.
• El niño intentaba ayudar a su madre, pero resultó gravemente herido.
• Ahora su madre, Nakala Murry, lucha junto con su abogado para que se haga justicia.

Aderrien Murry, de 11 años, llamó al 911 intentando proteger a su madre, Nakala Murry, de un altercado doméstico. El padre de otro de los hijos de su madre llegó a su casa a las 4.00 de la madrugada, lleno de ira. Temiendo por su seguridad y sabiendo de lo que era capaz, Nakala ordenó a Aderrien que pidiera ayuda.

Sin embargo, a medida que se desarrollaban los acontecimientos, Nakala se sintió angustiada porque, tras pedir ayuda, Aderrien acabó siendo tiroteado por la policía y luchando por su vida en el hospital.

Aderrien sufrió graves lesiones y trastorno postraumático a causa del incidente y está librando una batalla legal para conseguir el despido del agente en cuestión.

¿Por qué dispararon a Aderrien?

Cuando llegó el agente de policía, ya había sacado su pistola, a pesar de que tanto Aderrien como Nakala le habían dicho que el hombre en cuestión no tenía un arma.

El agente abrió la puerta y gritó que salieran todos, pero cuando Aderrien salió desarmado del pasillo, disparó al niño de 11 años en el hombro sin evaluar la situación.

El niño de 11 años estaba totalmente consternado y conmocionado, preguntándose por qué lo habían atacado si él era inocente. Tendido en el suelo, preguntó a su madre: "¿Por qué me ha disparado? ¿Qué he hecho mal?".

La madre de Aderrien, que estaba fuera cuando dispararon a su hijo, corrió hacia él, y él dijo: "No quiero morir". Nakala le aseguró: "No vas a morir, cariño. Sigue hablando".

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La Oficina de Investigación de Misisipi, responsable de la investigación, informó de que el niño de 11 años sufrió "heridas significativas". Su madre también explicó que su hijo tenía un pulmón colapsado, costillas fracturadas y un hígado lacerado, y que tuvo que ser conectado a un respirador artificial.

La familia Murry ha estado luchando para que se haga justicia, y su abogado Carlos Moore tomó la iniciativa de nombrar en Twitter al agente responsable de dañar al inocente niño. El agente, Greg Capers, no fue despedido, sino que se le concedió un permiso administrativo, según el tuit de Carlos.

Moore ha abogado por que se haga justicia a la familia Murry. El abogado escribió: "Ningún niño de Indianola debería encontrarse en esta aterradora situación por culpa de las acciones de alguien que supuestamente es el mejor policía de Indianola".

Al parecer, todo el incidente fue grabado por una cámara, pero el abogado y la familia no han tenido acceso a ella con fines de investigación. La familia Murry ha presentado una demanda pidiendo 5 millones de dólares con múltiples cuentas, alegando fuerza excesiva, negligencia, imprudencia temeraria y agresión.

Moore subrayó que el chico hizo todo bien y no merecía que le hicieran daño y que el agente de policía responsable de proteger a Aderrien le había robado su inocencia.

Nakala ejerció presión sobre la herida de bala y comenzó a rezar con su hijo, que también cantaba en lo que creía que eran sus últimos momentos.

La familia Murry está comprometida a hacer todo lo posible para conseguir justicia para Aderrien. Nakala también dijo que su hijo está decidido a usar su voz, y que ella lo apoyará.

¿Dónde terminaron las cosas para la familia Murry?

Moore está luchando para que el agente Capers sea acusado de intento de asesinato y para que el jefe de policía Ronald Sampson sea despedido. El abogado también sigue luchando para que se publiquen las imágenes de vídeo.

Mientras tanto, Nakala y Aderrien están enfadados por el incidente. Cuando le preguntaron a Aderrien qué le diría a Capers, dijo: "Podría haber perdido la vida. Todo por tu culpa. Quiero que te despidan por lo que me hiciste".

El joven ha perdido la fe en la policía, y su madre llega a preguntarse si hubiera sido mejor no llamar a las autoridades. Nakala dijo que su hijo tiene miedo constantemente y se despierta en mitad de la noche preguntándose si hay gente en su casa.

Actualmente, Nakala está enfadada pero agradecida por la vida de su hijo. Expresó que no tenía energía para entristecerse por esto, pero que quería que se hiciera algo para que las generaciones futuras vivieran sin miedo. "Sólo necesitamos paz. Y necesitamos justicia", dijo.

El caso de Aderrien sigue bajo investigación. La agencia responsable de la investigación emitió un comunicado en el que decía: "Una vez completada la investigación, los agentes compartirán sus conclusiones con la Fiscalía General".

Sin embargo, el alcalde, Ken Featherston, dijo que se había convocado una reunión de emergencia para analizar las imágenes de vídeo. Además, Featherston quiere que se siga investigando antes de considerar el despido del Jefe de Policía. Afirma que los hechos aún deben ser confirmados; por lo tanto, quiere un archivo sustancial de pruebas antes de tomar decisiones.

En cuanto a la demanda de 5 millones de dólares, el alcalde dijo que espera "compensar a todos", pero que la ciudad no tenía 5 millones de dólares en sus cuentas.

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Por el momento, Capers sigue de baja administrativa remunerada, pero Aderriene está decidido a hablar con los legisladores estatales y nacionales sobre su experiencia. Con Nakala y Moore a su lado, están decididos a encontrar justicia y esperan que el sistema tome la decisión correcta para proteger a las generaciones futuras.

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