Niño de 6 años finge su desaparición para reconciliar a su padre biológico y a su padrastro - Historia del día
Cansado de las constantes peleas de su padre y su padrastro, un niño de 6 años idea un plan para reconciliarlos y finge su desaparición. Los padres no saben lo que les espera.
Cuando Sharon y Jonathan se divorciaron, ella obtuvo la custodia de su hijo Paul y al padre se le permitía verlo cuando quisiera. El hombre quería al niño más que a nada en el mundo, y eso no cambió después de la separación.
Siempre que estaba libre, Jonathan corría a casa de Sharon para ver a Paul y pasar tiempo con él. Pero las cosas empezaron a cambiar después de que ella se casara con un hombre llamado Michael. Su presencia en sus vidas reducía el tiempo que podía pasar con su hijo.
Además, a Jonathan no le gustaba Michael. No lo consideraba lo bastante competente para darle una buena vida a Paul. Michael, por su parte, no consideraba a Jonathan un buen padre. La aversión que sentían el uno por el otro se traducía con frecuencia en discusiones de las que tanto Sharon como Paul estaban cansados.
Para poner fin a las continuas discusiones, Sharon organizó un viaje de convivencia familiar para que Michael y Jonathan resolvieran sus desacuerdos.
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Paul estaba superemocionado con el viaje.
"¡Sí, mamá! ¿Adónde vamos? ¿Vamos a un parque acuático? ¿A un parque de atracciones?", preguntó inocentemente y Sharon sonrió.
"No, cariño", respondió ella. "¡Esta vez nos vamos de camping! Esperemos que tus padres no vuelvan a discutir", suspiró.
"¡SÍ! ¡IREMOS DE ACAMPADA!", gritó con emoción.
Sharon no pudo evitar sonreír mientras Paul saltaba de alegría. Esperaba que ese viaje resolviera el conflicto entre Michael y Jonathan.
Desgraciadamente, un día antes del viaje, Sharon tuvo que marcharse a una convención de negocios urgente y no podría ir al paseo con Michael y los demás.
Michael la instó a posponer el viaje, recalcando que no quería ir sin ella. Pero ella sonrió y dijo: "Sabes que este viaje es para que tú y Jonathan resuelvan sus diferencias y se reconcilien Por favor, hazlo por mí. Odio verlos pelear como animales delante de Paul. ¡Eso es simplemente demasiado para que lo soporte un niño de 6 años o cualquier otra persona! POR FAVOR".
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Jonathan también se oponía a la idea de ir al viaje sin Sharon, pero aceptó porque Paul estaba entusiasmado con la idea.
Antes de irse a la convención, Sharon instó a Michael y Jonathan a dejar de lado sus problemas por el momento y pasar tiempo con Paul. Pero fue como si sus palabras cayeran en saco roto y los dos hombres empezaron a discutir de nuevo de camino al camping para establecer quién estaba al mando.
"¡Paul y yo montaremos la tienda y tú te encargarás de la hoguera!", le dijo Jonathan a Michael con firmeza mientras caminaban hacia el campamento.
Solo en tiempos de crisis puedes identificar la verdadera esencia de una persona.
Michael se detuvo bruscamente y le dirigió una mirada de disgusto. "¿Cómo dices? ¿Quién crees que eres para darme órdenes? Yo elijo lo que quiero hacer. ¡Así que yo monto la tienda y tú te ocupas de lo demás!".
Jonathan se dio la vuelta con el ceño fruncido. "Ah, ¿De verdad crees que me dirás lo que tengo que hacer? Mira, Michael!". Dio un paso más hacia él y lo miró a los ojos. "¡Si decido montar la tienda y Paul me ayuda, no puedes impedírmelo! MANTENTE DENTRO DE TUS LÍMITES!".
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Michael se rio burlonamente. "¿Sabes qué, Jonathan? Puedes hablarle así a alguien que te tema. Me importa un bledo lo que digas. Y sí, ¡Paul también es mi hijo! Así que me va a ayudar".
Jonathan replicó. "¡Soy su padre biológico! ¡Es MI hijo! Así que me ayudará. Oye, Paul, ¿por qué no le dices…?". Cuando miró a su lado, descubrió que el niño había desaparecido.
Michael y Jonathan estaban tan preocupados discutiendo que se habían olvidado de Paul, que no aparecía por ninguna parte.
"¡PAUL! ¿Dónde estás?", gritó Jonathan, preocupado. Sin embargo, no hubo respuestas.
En ese momento, Jonathan perdió la calma. "Por tu culpa, he perdido a mi hijo. ¿Estás contento ahora?", le gritó a Michael y empezó a mirar a su alrededor en busca del niño.
Michael estaba igual de preocupado. Buscaron por todo el lugar, pero el niño no estaba en ninguna parte.
Llegados a este punto, decidieron continuar su búsqueda adentrándose en el bosque y llegaron a una bifurcación que conducía a dos senderos. Uno de ellos marcado con una señal de advertencia que decía: "¡PELIGRO! NO CRUZAR", donde descubrieron la gorra de Paul en el suelo.
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"¡Dios mío!". A Jonathan se le llenaron los ojos de lágrimas al recoger la gorra. "¿Qué le ha pasado?".
Por primera vez, Michael consoló a Jonathan en lugar de discutir con él. "Lo encontraremos. A Paul no le pasará nada, ¿de acuerdo? Tú ve por ahí y yo comprobaré este camino…", dijo, señalando la señal de peligro.
Jonathan se quedó atónito. "Pero no debes ir por ahí. Es peligroso".
Michael dijo que no le importaba, ya que encontrar a Paul era su máxima prioridad.
Al oírle decir eso, Jonathan se dio cuenta de lo equivocado que había estado. Michael amaba a Paul más que a su vida.
"Bueno, Michael", dijo. "No tienes que ir solo. Iremos juntos, ¿de acuerdo?".
"¡No, Jonathan! Puede ser peligroso, como dijiste. Tienes que estar ahí para Paul en el peor de los casos…", hizo una pausa. Se dispuso a partir, y entonces oyeron la voz del niño.
"¡Papá! ¡Michael! ¡Estoy aquí!".
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Estaban sorprendidos. "¡Es Paul! ¿Dónde está?". Michael miró a su alrededor y lo vio en la rama de un árbol.
Se estaba riendo. "¡Mi plan ha funcionado! Han dejado de pelear!", exclamó feliz.
Michael y Jonathan intercambiaron miradas, dándose cuenta de lo sucedido. Ayudaron a Paul a descender del árbol, tras lo cual confesó haber fingido su desaparición para unirlos en su búsqueda. Se le había caído la gorra a causa del viento, y se disponía a ir a buscarla, cuando los escuchó llegar.
"Lo sentimos, campeón", dijeron Jonathan y Michael mientras abrazaban a Paul. "¡No volveremos a pelearnos! Es una promesa. Por favor, no vuelvas a hacer algo así nunca más…".
Después de este incidente, Jonathan y Michael se dieron cuenta de lo mucho que sus discusiones estaban perjudicando a Paul. Mientras se peleaban por él, no se daban cuenta de lo mucho que le afectaba.
Cumpliendo su promesa, Jonathan y Michael se reconciliaron y empezaron a tratarse con respeto. Aún tenían diferencias, pero en lugar de enfadarse, las hablaban como adultos. Sharon se sintió aliviada de que el viaje hubiera sido un éxito.
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Solo en tiempos de crisis puedes identificar la verdadera esencia de una persona. Ver cómo Michael estaba dispuesto a poner su vida en peligro por el bien de Paul hizo que Jonathan se diera cuenta de lo equivocado que había estado todo el tiempo con él. Descubrió que quería al niño como a su propio hijo.
- Las acciones de los padres pueden tener graves consecuencias para los hijos. Por suerte, Paul no se metió en problemas mientras fingía su desaparición para unir a Michael y Jonathan. Él solamente quería que dejaran de discutir.
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