Madre sueña con conocer a la novia de su hijo — La echa a los pocos minutos de entrar por la puerta

• Una pareja de unos 50 años estaba deseando conocer a la nueva novia de su hijo, quien no paraba de hablar maravillas de ella.
• Cuando por fin se conocieron, la novia soltó un chiste de mal gusto que instó a la madre a echarla de casa.
• La mujer se sintió culpable de inmediato y decidió que quería volver a intentarlo. Lo que descubrió la hizo cambiar de opinión sobre la novia de su hijo.

Una madre sabía lo loco que estaba su hijo por su nueva novia. Hablaba de ella constantemente y salieron juntos durante un año antes de que decidiera que había llegado el momento de conocer a la familia.

Elogiaba a su novia siempre que hablaba de ella con sus padres. Es licenciada universitaria, tenía un buen trabajo y estaba orientada a la familia.

Un primer encuentro desastroso

Los padres no podían estar más contentos de que su hijo hubiera encontrado a la mujer perfecta para él. Sabían que nunca había estado tan enamorado y pensaron que por fin sería agradable conocerla.

La pareja condujo hasta la ciudad un fin de semana para conocer a los padres del hombre. Habían planificado una cena familiar y esperaban con ilusión el encuentro.

Cuando la joven pareja llegó, llamaron al timbre y los padres del hombre los recibieron en la puerta principal. La madre se sintió aliviada al ver que la mujer tenía exactamente el mismo aspecto que en las fotos.

Mientras presentaba a su novia a sus padres, el hombre sonreía de oreja a oreja. Sus padres los invitaron a entrar en casa, y ella aceptó un abrazo de su futura suegra y un apretón de manos del padre.

Lo que ocurrió a continuación fue algo que nadie podría haber imaginado. La chica decidió decir:

"¡Soy en la que tu hijo mete el pene!".

La madre estaba horrorizada. A su marido tampoco le hizo ninguna gracia. Aunque normalmente disfrutaba de las bromas, en ese momento se quedó callado.

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A estas alturas, la madre ya estaba acostumbrada a que su marido y su hijo fueran bromistas. Sin embargo, esta broma era de muy mal gusto, si es que podía ser considerada una broma.

Le decepcionó que su hijo elogiara tanto a su mujer, solo para que ella dijera algo de mal gusto durante su primer encuentro.

"Tal vez soy reservada, pero de todas las cosas que podría haber compartido sobre mi hijo nos dijo ESO. Me miró a la cara y mi marido supo cuánto lo desaprobaba", dice la mujer.

La mujer no podía entender cómo, de todas las cosas que se podían decir, eso era lo primero que la novia les había dicho. Al principio, a su hijo le hizo gracia, pero se le cayó la cara de vergüenza al ver la reacción de su madre.

La madre no podía ocultar su decepción

Le decepcionó que su hijo elogiara tanto a su mujer y que ella dijera algo desagradable durante su primer encuentro. Todos tenían ganas de cenar, pero la madre no quiso.

Le dijo a la novia de su hijo que se fuera. Aunque quería decir algo más, lo dejó así.

Su hijo intentó pedirle una segunda oportunidad, pero ella estaba demasiado incómoda para intentar evitar que la noche se arruinara aún más. Incluso su marido la apoyó y le dijo que lo mejor sería que se marcharan.

Cuando se marcharon, la madre se sintió culpable de inmediato. Sabía cuánto esperaba su hijo la cena y se había estropeado por una broma.

Intentó llamar a su hijo varias veces, pero no respondió. Vivían en un estado cercano, y ella sabía que sería difícil conseguir que volvieran a su casa después de lo ocurrido.

Finalmente, después de algún tiempo, el hijo se puso en contacto con su madre. Decidieron volver a intentarlo, pero esta vez en un restaurante elegido por su hijo y la novia.

Lo primero que hizo la chica fue disculparse por lo que había dicho. La madre también se disculpó por su reacción y se abrazaron.

La joven explicó que su novio la había convencido de que una broma sería una buena manera de romper el hielo. Aseguró a su futura suegra que no lo habría dicho si hubieran pensado que no les iba a gustar.

El hijo defendió a su novia, diciendo que ella no quería hacer bromas, pero él había insistido. La madre se sintió aliviada al oír esto.

Después de darle una segunda oportunidad a la reunión, la madre se dio cuenta de lo dulce que era la chica. Era madura para su edad y podía entender fácilmente por qué su hijo se había enamorado de ella.

Tras el contratiempo inicial, los padres estaban impacientes por acoger a la mujer en su familia. Le pidieron a su hijo que la trajera siempre que fuera de visita, y le hicieron saber que esperaban con impaciencia su próximo encuentro.

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