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Una cena de Acción de Gracias | Foto: Flickr.com/flyingroc (CC BY 2.0)
Una cena de Acción de Gracias | Foto: Flickr.com/flyingroc (CC BY 2.0)

Mujer se moría de ganas de conocer al novio de su hija, palidece al reconocerlo en la cena de Acción de Gracias

Susana Nunez
06 dic 2023
08:30

Imagínate esto: Soy una cirujana de 55 años y madre de cuatro hijos. Mi única hija soltera no paraba de hablar maravillas de su novio Jason: alto, guapo, un cirujano que la hacía sentir feliz. La emoción era palpable cuando mi esposo y yo por fin le invitamos a cenar el Día de Acción de Gracias.

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Una mujer sirve la cena | Fuente: Shutterstock

Una mujer sirve la cena | Fuente: Shutterstock

Pero en cuanto lo vi, mi mundo cayó en picado. Lo conocía. Jason resultó ser el hombre con el que había tenido una aventura diez años atrás, cuando era mi becario. No fue una infidelidad, pero hablaremos de esto más adelante.

Una mujer recibe a su hija y al novio de ésta en su casa | Fuente: Shutterstock

Una mujer recibe a su hija y al novio de ésta en su casa | Fuente: Shutterstock

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Durante toda la cena, lució una sonrisa cómplice, coqueteando abiertamente como si nuestra historia compartida fuera un secreto que sólo él y yo conociéramos. La tensión en la sala era palpable, pero mantuve la compostura, sonriendo a pesar de la incomodidad.

Cuando se marcharon, llegó un mensaje escalofriante a mi teléfono:

"Qué casualidad, ¿eh?".

Eso no era ninguna casualidad. Nuestra aventura no acabó bien. Hace diez años, rompió el protocolo médico y tuve que despedirle. Se marchó furioso, jurando venganza. Ahora estaba cumpliendo su promesa.

Le rogué que guardara silencio, pues no quería que mi hija sufriera las consecuencias de nuestro pasado. Pero Jason tenía otros planes. Me bombardeó a mensajes, burlándose de mis preocupaciones e insinuando que revelaría nuestro secreto. Empezó a enviarme nuestras viejas fotos, arrinconándome.

Una mujer preocupada mira su móvil | Fuente: Shutterstock

Una mujer preocupada mira su móvil | Fuente: Shutterstock

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Me esperó en un automóvil cerca de mi trabajo, sólo para que le viera y me asustara.

No tuve más remedio que confesárselo a mi hija. Tenía tanto miedo de destruir nuestra relación por ello, pero lo hice.

"¿Cómo has podido, mamá? ¿Con él? ¿Y papá?", preguntó ferozmente.

Una mujer mayor, al borde de las lágrimas, está sentada con su hija | Fuente: Shutterstock

Una mujer mayor, al borde de las lágrimas, está sentada con su hija | Fuente: Shutterstock

"Cariño, me arrepiento hasta el día de hoy. Jason resultó ser realmente un canalla. Sin embargo, en aquel momento, tu padre... ustedes no lo sabían, pero estuvimos medio año separados". Sólo después de saber eso, mi hija se calmó un poco. Comprendió la situación y entendió mi versión de los hechos.

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No obstante, seguía furiosa por toda la situación y, en un intento de aclarar las cosas, invitó a Jason a un café. Él no sabía que yo también estaría allí.

Una mujer joven y una mujer mayor están sentadas en una cafetería | Fuente: Shutterstock

Una mujer joven y una mujer mayor están sentadas en una cafetería | Fuente: Shutterstock

Se quedó perplejo cuando me vio. No tenía ni idea de que se lo había contado todo a mi hija.

Con rostro severo, se enfrentó a él y le dijo: "Por fin, Jason, sé qué clase de persona eres. Hemos terminado. Déjame en paz a mí y a mi familia".

Una mujer joven habla con un hombre | Fuente: Shutterstock

Una mujer joven habla con un hombre | Fuente: Shutterstock

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"No tan rápido. Tu madre me debe un trabajo y mi reputación", dijo él. Jason expresó su intención de chantajearme y me dijo que tenía que compensarlo por lo que había perdido.

Cuando terminó, le mostré que había grabado toda la conversación. Cambié bruscamente mi tono con el que le suplicaba que mantuviera nuestro secreto en los mensajes a uno de acero:

"Basta, Jason. Ya está. Puedo arruinar tu reputación médica con un solo clic. Da gracias de que no revelara TODOS tus pecados a la comisión hace 10 años".

Su porte confiado se desmoronó, sustituido por una versión pálida, callada y patética de sí mismo.

Un joven mira la ventana de una cafetería | Fuente: Shutterstock

Un joven mira la ventana de una cafetería | Fuente: Shutterstock

Empezó a rogarme que no lo enviara a ninguna parte, prometiendo dejarnos tranquilas. Finalmente, pudimos irnos. Mientras nos marchábamos, murmuró algo así como: "Estuve tan cerca, estuve tan cerca".

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Para mí fue una victoria. Había conseguido salvar la relación con mi hija y mantenerla a salvo de aquel hombre manipulador.

Una joven abraza a una anciana | Fuente: Shutterstock

Una joven abraza a una anciana | Fuente: Shutterstock

Un intento de destruir a los demás puede acabar conduciendo a tu propia perdición. Al final, me marché con la satisfacción de haber protegido a mi familia de las garras de alguien que buscaba venganza.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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