Exesposa de Paul McCartney reveló las “cosas malvadas” que hizo su hija y que arruinaron su matrimonio

• El mediático matrimonio de Heather Mills con el legendario músico Paul McCartney llegó a su fin casi cuatro años después de su boda.
• Reveló los problemas que llevaron al fin de su matrimonio señalando a la hija de McCartney como un factor importante en su ruptura.
• Acusó a la hija del cantante de hacer "cosas malvadas" que sabotearon su relación.

Tras el fallecimiento de Linda Eastman, la querida esposa del icónico músico, Sir Paul McCartney, encontró consuelo en la compañía de Heather Mills, modelo y activista. Su historia de amor, que floreció rápidamente, pronto se convirtió en objeto de intenso escrutinio mediático y fascinación pública.

Mills, una figura de extraordinario valor y tenacidad, ya había superado muchos retos en su vida. Su valor tras un accidente que le costó una pierna fue muy celebrado. Sin embargo, la imagen que los medios de comunicación tenían de ella cambió radicalmente tras casarse con McCartney, una de las figuras más queridas de la industria musical.

La pareja intercambió votos en Irlanda, en 2002. El pasado de Mills, que incluía una infancia traumática y un periodo como modelo de glamour, se mencionaba a menudo en los medios de comunicación. A pesar de sus afirmaciones de que su carrera de modelo estaba desprovista de toda indecencia, se sembraron dudas sobre la veracidad de varios aspectos de su vida personal.

En la víspera de su boda, Channel 4 emitió un documental muy crítico sobre Mills, que ensombreció su feliz ocasión. Poco después, un periódico informó erróneamente que estaba siendo investigada por la Comisión de Caridad por presunta malversación de fondos.

Esto, junto con las desagradables bromas sobre su discapacidad que circulaban por Internet, aumentó la tensión en su relación. Surgieron acusaciones de que Mills había convencido a McCartney para que modificara su aspecto y su círculo social, lo que avivó aún más el frenesí mediático.

Mills estaba desconcertada por la atención negativa. Lo atribuyó a su matrimonio con un tesoro nacional y pensó que la prensa, que antes la había ensalzado, ahora pretendía hundirla.

Su hija, Beatrice Milly McCartney, llamada así en honor de la madre de Mills, se convirtió en la manzana de la discordia cuando los periodistas insinuaron que Mills había tomado prestado el nombre de la princesa Beatriz. También se responsabilizó a Mills del empeño de McCartney por reorganizar los créditos de autoría de las canciones del repertorio de los Beatles, un objetivo que McCartney albergaba desde 1976.

A su debido tiempo, McCartney escribió una carta abierta a la prensa, desmintiendo numerosas acusaciones vertidas contra su esposa. Sin embargo, para entonces, su matrimonio ya navegaba por aguas turbulentas. Mills dijo: "Paul solía describirnos como la 'extraña pareja'. Decía que éramos raros porque él era mucho mayor que yo y porque yo tenía una discapacidad. Pero la edad de Paul nunca fue un problema para mí, y no considero que ser amputada sea extraño".

En una entrevista de 2003, Mills abordó los rumores en torno a su supuesta discordia con los hijos de McCartney. Cuando se le preguntó por los supuestos roces, sobre todo con Stella McCartney, una famosa diseñadora de moda, Mills replicó con un toque de ironía: "Por eso siempre llevo su ropa Michael, porque no nos llevamos bien, claro. Por eso estuvo en la boda y hacemos obras benéficas juntas".

Mills expresó su opinión de que a los medios de comunicación les resultaba conveniente inventar historias sobre su relación con los hijos de McCartney, dada su reticencia a participar en entrevistas. Sugirió que la narrativa de la madrastra malévola, como en el cuento de Cenicienta, era un recurso fácil para quienes buscaban cualquier cosa que decir sobre ella.

A pesar de la prensa adversa, Mills se mantuvo firme, negándose a dejarse incitar y confiando en que el público no se dejaría influir fácilmente por estas narrativas. En medio de estos obstáculos, Mills demostró un compromiso inquebrantable para preservar la intimidad de McCartney y sus hijos.

Estaba decidida a superar el caos mediático y concentrarse en las facetas positivas de su vida familiar. Sin embargo, su relación duró poco, y en mayo de 2006 la pareja se separó. McCartney inició los trámites de divorcio dos meses después.

La disolución del matrimonio de Mills y McCartney fue tan publicitada como su unión. Un tabloide británico sugirió que la pareja estaba a punto de llegar a un acuerdo extrajudicial, y que Mills supuestamente recibiría una asombrosa suma que superaba los 63 millones de dólares en efectivo y bienes.

Esta cifra equivalía a casi 2.000 dólares por cada hora de sus cuatro años de matrimonio. Sin embargo, Mills y su equipo legal refutaron categóricamente estas afirmaciones. Varios años después de su separación, Mills expresó su frustración por las incesantes preguntas sobre su anterior relación con McCartney.

Durante una charla en el programa irlandés "The Late Late Show" en 2015, imploró al presentador que se mantuviera alejado de los temas relacionados con McCartney, considerándolos "tan aburridos". Le irritaba que la atención se centrara en ella principalmente por su matrimonio con el icono de la música, eclipsando sus logros como corredora de esquí y defensora de los animales y los niños discapacitados.

Afirmó: "Se trata de alguien de quien me enamoré y que, para mí, era un tipo normal que casualmente escribió unas cuantas canciones geniales en los 60 y unas cuantas en los 70". Hizo hincapié en que no había nada extraordinario en ese capítulo de su vida porque, como cualquier otra persona, tenía una pareja de la que se enamoró, con la que se casó, se dio cuenta de que no funcionaba y siguió adelante.

Y añadió: "Me divorcié de alguien a quien una vez amé, y me maltrataron por ello. ¿Cómo me sentiría si el mundo me dijera constantemente: '¿Qué pasa con ese viejo equipaje tuyo?'"

Más de una década después de su separación, la ex modelo hizo algunas revelaciones sorprendentes sobre la hija de McCartney, Stella, y el papel que desempeñó en la ruptura de su matrimonio. Según Mills, Stella intentaba perturbar su matrimonio todas las semanas, movida por unos celos intensos.

Mills también expresó su creencia de que a Stella no le importaba la felicidad de su padre. Afirmó que ya no podía proteger a Stella: "A Stella no le interesaba la felicidad de su padre. Ha hecho cosas muy, muy malas". Uno de esos incidentes consistió en que Stella borró la cara de Mills de una fotografía durante una sesión de terapia a la que asistieron juntas.

Mills contó que una confidente de Stella le había revelado que Stella estaba disgustada por el matrimonio, pues temía que Mills se quedara con toda la riqueza de McCartney, incluidos sus aviones y diamantes. Stella, hija del cantante con su primera esposa, Eastman, ha hecho importantes avances en la industria de la moda, lanzando su propia marca y colaborando con grandes empresas como Adidas.

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Sus diseños se distinguen por su ética ecológica y libre de crueldad. McCartney, que reveló que Stella empezó a diseñar a los doce años, apoya incondicionalmente el trabajo de su hija y a menudo se le ve en primera fila en sus desfiles de moda. El afecto de Stella por su padre también es evidente.

En uno de sus cumpleaños, compartió un sentido mensaje junto a una foto de los dos juntos, expresando su amor y admiración por él. El año pasado, el Día del Padre, publicó una recopilación de fotos de su infancia con su padre, junto con dulces mensajes de agradecimiento.

Escribió un emotivo pie de foto, expresando su gratitud por los constantes consejos, apoyo y amor de su padre. En una entrevista, McCartney compartió sus opiniones sobre su papel como padre y como marido. Como padre, intentó guiar a sus hijos cuando eran más jóvenes.

Ahora que son mayores, los papeles se han invertido y se encuentra aprendiendo de ellos. Subrayó que su papel como padre es estar ahí para sus hijos, ayudarles y divertirse con ellos. Mencionó con cariño que ahora que son mayores, incluso disfrutan de una copa juntos.

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